miércoles, junio 19, 2019

Aitxuri (1 551) por el corredor de Iraule

Tramo final de ascenso a Aitxuri.
Es primavera en Aizkorri, y el 15 de junio Pilar, Ángel y yo salimos del antiguo apeadero de Cegama hacia el corredor (canal) de Iraule, ya marcado con lunares rojos para corredores (esos que corren). El ascenso es esforzado para el caminante y, antes de salvar una casi chimenea y salir a la ruta de las crestas de Aizkorri, se puede subir al sudeste, fuera de senda, hasta la cima de Aitxuri.
Desde Aitxuri cresteamos hasta Arbelaitz (1 506) -para mí el tramo más hermoso del macizo- y bajamos por Andraitz, con las marcas de los lunares amarillos de la famosa maratón de montaña, al collado de Intzuzaeta. Luego, por Oazurtza, volvimos al viejo apeadero.

miércoles, junio 12, 2019

La España vacía (de fútbol)

La España vacía (rural) se ha puesto de moda entre los políticos (con o sin permiso de Sergio del Molino), quizá con la certeza de que no importa a la mayor parte de la votación votante y urbanita. Pero hay otras Españas vacías. Una de ellas se puede colorear sobre un mapa manchando de algún color triste las provincias sin un equipo de fútbol en primera división.
¡Ay...!
Aquella ardilla de Félix Rodríguez de la Fuente (no de Estrabón), condenada a corretear por eriales y arcenes en el SXX para cruzar España de norte a sur, podría ser ahora un balón de reglamento perdido que bota de norte a sur o de este a oeste (o viceversa) sin la posibilidad de encontrar refugio en una de las catedrales contemporáneas llenas de fieles de primera.

sábado, junio 08, 2019

"Me he hecho las uñicas"

Hace media hora que la joven Itsaso habla por teléfono en el viaje en autobús de Pamplona a San Sebastián. En ese tiempo, el pasaje sin música en los oídos sabe de los problemas que tuvo con su padre (ay...), que Itsaso está aprendiendo a quererse, a ponerse en primer lugar; sabe cuánto le ha servido su tratamiento psicológico y que su pareja en San Sebastián parece dispuesto a seguir un tratamiento semejante, que por eso va ella a San Sebastián, para hablar largo con él, para pensar en el futuro. Porque, cuando has pasado tanto tiempo con una persona, no es para echar las cosas por la borda... Pero, cuidado, que esta vez no le va a volver a poner a él por delante. El pasaje sin música en los oídos comprende mejor que Itsaso que ese novio no necesita aprender a quererse ni a ponerse en primer lugar, que esta misma noche Itsaso descubrirá dónde termina la conversación con el mostrenco, que mañana hará el viaje de vuelta. Y hay un momento en el que su conversación telefónica araña la ternura:
"No quiero problemas con nadie. Además me he hecho las uñicas. Ahora te mando la foto".