lunes, noviembre 14, 2005
Montevideo desierto
12-11-05. La selección uruguaya de fútbol, la Celeste, jugaba el "repechaje" para el próximo mundial de Alemania. Por mi experiencia como peatón en el Mundial de 2002, sé que durante esos partidos Uruguay se detiene y se pueden cruzar las calles de Montevideo sin mirar los semáforos.
El sábado, Montevideo era una ciudad primaveral y desierta, donde sólo caminaban mujeres y perros (y algún hombre sujeto como un Golden Terrier por la compañía de una mujer). Aprovechando el Festival de Cine de Montevideo, fui a ver Una vida iluminada, basada en la novela Todo está iluminado (Editorial Lumen), del joven autor estadounidense Safran Foer. Me gustó, a pesar de la mirada de tonto de Elijah Wood, condenado a ser Frodo para siempre (Dustin Hoffman, por ejemplo, pendula su tontería entre entre Tootsie y Rain man). Dentro de la sala, mientras jugaba la Celeste, conté 37 espectadores: sólo 6 eran hombres; 5 de los 6 acompañaban a una mujer; el otro abrazaba un vaso gigante de cartón con pop (palomitas) dulces. Yo era el otro.
Uruguay ganó a Australia, 1-0. Confío en las mujeres. Me gusta el pop dulce. Me suena ridículo llamar palomitas a las palomitas (¿por qué no pichones?), pop me resulta demasiado musical.
Atención a la mano hobbit de Elijah Frodo, a la impostura de ese falso gesto de fumador y a los ojos, ¿qué pretende con esas gafas de pasta?
tiene una mano desproporcionada el chico este... por lo menos le hubieran puesto un cigarro más largo. Recomiendo del festival que vean 2046, los secretos del amor. Está en cartelera normal tbien. Qué aporte propio de una poeta.
ResponderEliminarEste comentario es para el membrillero de honor y su compi, Lucía, me alegra saber que la poesía ha llegado a vuestras vidas y me he reido mucho con los poemas de vuestro blog... Gracias.
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