martes, junio 27, 2006
¿Tú defiendes las ballenas?
Qué bonita causa...
Confieso, de antemano: desde que leí Moby Dick, siempre quise arponear una ballena (sí, ya sé que Moby Dick era un cachalote). Me imaginaba erguido en una barca en medio de la mar océana, balanceando el arpón antes de clavarlo en el lomo de la ballena. Y la lucha posterior, la marejadilla de sangre, el peligro de muerte.... ¡Ah! Luego llegaron los cañonazos para matar ballenas y arruinar mi sueño.
Confieso, también, que he pasado lustros sin ilusiones hasta hoy.
I have a dream, que dijo Martin Luther King.
Y mi sueño no es el fútbol.
Hoy inicio la defensa del Vencejo Español (VE), que tiene múltiples ventajas comparativas ante las ballenas.
1. El VE come moscas y mosquitos; la ballena, plancton. Yo siempre defenderé a un animal que me libra de esos insectos asquerosos.
2. La ballena bucea haciendo gárgaras extrañas o quejándose con gemidos hacia dentro; cualquiera puede imitar esos cantos acomplejados de ballena (se me ocurren varios cantantes británicos). El VE grita de lo lindo, es el ruido de la España profunda y veraniega. El Aserejé o el Opá pasan, el grito del VE permanece.
3. La ballena es como Nicole Kidman para mi amigo Simón G., un sueño cada vez más lejano. La ballena más grande es azul, como Nicole Kidman para mi amiga Amaya M. El VE corta el aire a navaja delante de mis narices. ¿Azul?, el cielo (mi amor).
4. La ballena es políticamente correcta. ¡Qué cómodo no arriesgar en el amor, o demostrarlo en gestos de heroísmo televisado con grimpis para que te aplauda gente con camisetas a rayas y sandalias incómodas! El VE, en cambio, te caga en las aceras (e inopinadamente en la camisa) y tiene todos los boletos para convertirse en un portador de la gripe aviar en un par de migraciones más. Ahí se demostrará el amor VErdadero.
5. Y lo mejor: el VE no existe como especie, pero es clavadito al Apus apus, o sea, al vencejo.
P.D.: En la imagen, comida de ballena.
Cómo no recordar aquellas páginas de Pombo en "Aparición del eterno femenino", al comienzo:
ResponderEliminar"Al llegar el calor llegaban ellos, los valientes vencejos que duermen en el aire (que viene a ser como dormir de pie)". Y más tarde: "Los vencejos, cuando aprieta el calor fuerte, en lugar de aplastazarse como las palomas y otras aves, al abrigo de las cañerías y los nidos, se empeñan en seguir a toda costa el vuelo".
Ahí está el quid: en no aplastazarse.
Ballenas... defender a las ballenas... no va conmigo. Sólo recuerdo el nombre de un ex: Willy. Pero ya lo liberaron.
ResponderEliminarMe gustó mucho lo que puso Peter.
ResponderEliminarY de fondo, musicalizando este post, suena "Maten a las ballenas (arresten a Willy)" del Cuarteto de Nos:
ResponderEliminar"Ahora no me fumo a los ecoligistas, y Grinpis es un gran curro, no lo dudo, todos eran antes unos comunistas, y Costeau era solo un viejo pelotudo".