En las láminas sólo hay dos tipos de peces, fijaos: los que nadan hacia la derecha y los que nadan hacia la izquierda. No hay peces de centro.
Otro detalle casi político: la denominación. Sabemos cuánta patraña se esconde detras de los nombres de los partidos políticos (pensad, pensad en algún partido cuyo nombre encaje con su ideario...). Entre los peces ocurre algo parecido, una especie de indefinición animal: pez gato, pez mariposa, pez loro, pez escorpión, pez vaca, pez araña, pez murciélago...
P.D.: Recuerdos cariñosos desde gúguel, de parte del pez murciélago de labios rojos. Como veis, trata de encontrar el centro.
Pregunta inocente: ¿el del comentario anterior es Jorge of The River?
ResponderEliminarUuuuuuh, cómo hemos cambiado...
Eslo, eslo.
ResponderEliminarTuve una novia así de linda. Pero se pintaba mejor los labios.
ResponderEliminar¿La inclinación del pez tiene alguna connotación política?
Porque tú las eliges por su bondad, por su mundo interior y por sus cualidades decorativas, sin duda...
ResponderEliminarEl pez se inclina a la derecha del observador, o sea, que en realidad él se movería hacia su izquierda. ¿No? Esto de los peces es tan complejo e indefinido como lo de la política.
¿Quieres decir que el pez martillo tiene una connotación política, comunista por ejemplo?
ResponderEliminarA mí me parece más cercano al bricolaje. Que yo sepa, no se cruza con el pez hoz (¿existirá el pez hoz?). Pero ya entramos en el mundo de los peces cosa: pez globo, pez espada, pez aguja... Esto de los peces es muy complejo.
ResponderEliminarDesde aquí propongo que los peces también tengan la opción de ser candidatos a la Moncloa. Imaginaos las ventajas de tener a un pez como presidente del gobierno... Seguro que no la cagaba tanto como el amigo ZP, la Ley de Memoria Histórica dejaría de ser un problema, alimentarle no costaría tanto y seguro que se estudiaba alguna medida para prohibir el consumo de pescao, (que lo odio desde que era un crio).
ResponderEliminarAunque tengo que decir que, personalmente, hubiese propuesto como candidato a Copito de Nieve: una leyenda de la que todo español se siente orgulloso. Una lástima que nos dejara en 2003. Pero bueno, ya sabéis: es ley de vida, hay que tirar pa'lante y esas cosas.
Peces Barba. Gran apellido.
ResponderEliminarCreo que algunos peces nadan mas por el centro de lo que devieran, mas de lo que sus nombres dicen. Si dejaran de perseguir a los bancos y por un momento se desviaran a buscar lo que realmente debieran buscar ,no picarian en tantos anzuelos. Si que tiene rojos ese pez los labios!
ResponderEliminarNo es la duquesa de Alba?? juraría...
ResponderEliminarY los peces colorados, como La Anguita. Auténtica rareza.
ResponderEliminar¿A la derecha de El Observador?
ResponderEliminarAclare, que oscurece.
Sí, "del observador", pillín (digno adjetivo a la altura de tontorrón..., usted me entiende).
ResponderEliminarAbrazo.