Cuesta arriba, la nieve (no es azúcar) me llega por la rodilla. Hago una fotografía y sigo con la ascensión. La nieve me llega por la cintura cuando veo cómo un socavón misterioso progresa en la nieve virgen. Un surco producido, sin duda, por un animal enorme. Me detengo. Baja hacia mí. Intenta sacar la cabeza de la nieve. Es fácil encontrar así un jabalí. Compruebo, además, que también es fácil espantarlo.
Luego, cuesta arriba, me convierto en una especie de jabalí. Por momentos así también me gusta ir a la montaña solo de vez en cuando. (Sí, ya dirán, Eresfea tiene algo de chancho asilvestrado).
Puede que el pobre animal sólo buscara algo de compañia. Además, al espantarlo perdiste la oportunidad de sacar una gran foto con la que habríamos disfrutado todos tus incondicionales. ¿Dónde has dejado tu olfato periodístico? Ayyy, Eresfea! La próxima vez piensa en los demás.
ResponderEliminarPor cierto, en Cantabria un cerdo no es un cerdo, un cerdo es un chon. Apuntado queda.
Me gusta la foto.
ResponderEliminarPromoció paquetil!! a al nonino le gusta...ummmm
ResponderEliminarLlego tarde, pero a ver si me salvara la diferencia horaria:
ResponderEliminar¡Feliz cumpleaños, amigo!
Greguería:
ResponderEliminarEl jabalí es el cerdo que defiende sus jamones.
Inquietante foto. Al principio, me había parecido un elefante.
ResponderEliminarSí, cada vez me parezco más a un elefante (coro: por los cuernos, por la trompa, por la lentitud, porque no salta, porque...).
ResponderEliminarGreguería anotada. Con chon.
No hay fotografía porque la pila no quería funcionar a baja temperatura. Para cada fotografía tenía que guardar la cámara un buen rato contra el pecho.
Le gusta la foto, Imanol, la foto.
Tranquilo, Imanol, no me refería a eso. Usted y yo miramos cosas distintas.
ResponderEliminarCuesta arriba no es azúcar. La nieve.
ResponderEliminarmenos mal...
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