Receta de Eresfea (gastronómica y narrativa, actual).
Compro pasta fresca. Tallarines de albahaca: 300 gramos. Un minuto y medio de cocción en agua abundante. (Me ha costado dar con el peso justo para la ración de mi cena).
En otra perola, descargo la bolsa de congelado con brócoli (400 gramos) sobre un poco de agua hirviendo con poca sal y bastante pimienta negra. Dos minutos de cocción.
Además, abro una lata de porotos/alubias (200 gramos escurridos).
Preparo en la sartén un sofrito de ajo con aceite de oliva virgen extra (estrujado en frío y todos esos detalles puristas que me emociona leer en las latas de aceite españolas). ¡Albricias!, encontré unos ajos con dientes grandes como cebolletas, pico uno de ésos (equivalente a cinco dientes de ajo normales).
Mezclo en una ensaladera los tallarines, el brócoli, las alubias y el potente sofrito. Ajusto el punto de sal. Corono el plato con dos huevos fritos (o tres, algunos días de ansiedad).
He descubierto que el platón (plato grande, no filósofo) con un kilo largo de cena no me sacia. Vienen las frutas: sigo los consejos de la OMS en mi particular lucha fibrosa, antioxidante y nocturna contra el cáncer, y como cinco piezas de fruta. Por ejemplo: un racimo de uvas, una banana, una pera, una manzana y una mandarina.
Y hay que añadir yogur (500 gramos). Para amarrar con eso del calcio para los huesos, y el lactilobacilus bífidus o como se llamen los bichos que protegen el intestino.
Luego, a la cama. Leo dos cuentos dos, dosis homeopáticas de Liudmila Petrushévskaya (Moscú, 1938). Cierro el libro (excelente): Amor inmortal.
(Antonio -amigo- estaría orgulloso de mí).
(Otro día hablaré de Amor inmortal y pegaré una foto de los tallarines).
Pienso en los dos cuentos que he leído.
Tardo un minuto en dormir, satisfecho.
Hoy me quedé boyando una cosa: dijiste que leías a estos duros del realismo trágico y a los irónicos barrocos antes de dormirte. ¿Es ésa la lectura adecuada para comenzar el sueño? ¿No será mejor leer guías de montaña o mrozekes que al menos devuelven una sonrisa?
ResponderEliminarYo prefiero dejar reflexión para horas menos vespertinas.
En fin, sobre gustos...
Un plan perfecto.
ResponderEliminarDesde hace tres noches, me he pasado a Amor inmortal.
ResponderEliminarA ti te encantaría, Nomeacuerdo.
Echo en falta la parte más emocionante: la mañana siguiente. Y, sobre todo, qué lees por la mañana siguiente.
ResponderEliminarAnder, la mañana es rápida, eficaz, contundente..., y sin lectura placentera. Las correcciones de prácticas (lo que leo por la mañana) son en el sofá.
ResponderEliminarEnhorabuena, pues.
ResponderEliminarNo comes nada, Eresfea! Qué impresionante!!! Yo como todo eso y me llevan al hospital por...por...no sé, pero algo me viene seguro. Pero lo comería si le cambiamos las verduras por carne. Soy carnívora.
ResponderEliminarSalú!
Supongo que te voy a la zaga en lecturas, pero pregunto: ¿has leído ya Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin? En cuanto lo termine, empiezo con Amor inmortal.
ResponderEliminarNo soy de cocinar, pero con el "albricias" he sentido un algo en el estómago
ResponderEliminarVoy a tener que robar para atender a las recomendaciones literarias.
¿Y en qué momento mueres de indigestión?
ResponderEliminar¡Ricos, ricos olores!
ResponderEliminarAyer me hice yo unos macarrones con bacon, mantequilla, albahacam, cebolla y parmesano. Para chuparse los dedos.
ResponderEliminarPero luego en la cama leí El Semanal, el Magazine y Qué me dices. Me partí de risa.
Sintomático, hombredenuestrosdías, eso es literatura del XXI; yo estas noches estoy anquilosado en los nostálgicos ochenta del XX... Tiempos de hombreras. ¡Ay!
ResponderEliminarHipolipo, el vasco nunca muere de indigestión. En todo caso, de explosión.
Mónica, lo leí, muy divertido. (Me encanta el proyecto editorial de El Asteroide, también sacaron Hogueras en la llanura, de Ooka, una joyita de la literatura japonesa de la posguerra).
J., un pintor que no cocina... Ummmm, qué raro. Los cocineros pintan.
Los pintores... comen...
ResponderEliminar¡Ajajá, J., esto debe de ser el manido transvase de las artes, la conexión entre disciplinas etc.! Escribamos un ensayo de esto para que quede claro (breve, unas quinientas páginas) y nos conceda una ayuda económica una institución pública. ¿Tienes el carné de algún partido político a mano?
ResponderEliminarYa me estoy emocionando.
Hacía caricaturas para UPN. Pero no quisieron darme ningún carné.
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