¿Crees que el tiempo es un tesoro y renuncias a seguridades, comodidades, ingresos… a cambio de poder disfrutar de tu tiempo? ¡Cuidado! Porque los Gestores del Tiempo Ajeno (GTA) quieren saber qué estás haciendo, dónde estás, con quién estás, por qué estás, qué horarios de trabajo y de todo tienes; te llamarán (móvil/celular) para preguntar qué estás haciendo, también te preguntarán cómo estás (aunque no les importa demasiado) y enseguida te pedirán algo, porque, aunque a ti no te dé el cuero para más, “tú tienes tiempo” y “a ti no te cuesta nada”.
(Ten claro que un amigo pide poco, y cuando pide no mete el “tiempo” en danza).
Quizá cuesta menos decir sí (“yo tengo tiempo, a mí no me cuesta nada”) que negárselo, porque los egoístas te acusarán de egoísmo y, si no consiguen lo que quieren, te robabarán el tiempo exigiendo explicaciones. Por eso, todas tus explicaciones del tiempo propio deben ser tan falsas como la amistad y la discreción del GTA. He aquí algunas soluciones comprobadas con eficacia contra estas ladillas:
1. Apuesta superior y definitiva: “Yo no soy tu amigo y no quiero volver a hablar contigo”.
2. Crematística: “No lo hago gratis”. “Esto cuesta…(cifra desorbitada)”.
3. Fuga: sin explicación (doblar una esquina y huir, encerrarse en un baño, colgar el teléfono y dejarlo descolgado una semana...)
4. Intercambio:
4.1. Invención de un familiar moribundo. Se pedirá al GTA que, a cambio, se ocupe de él en ese “tiempo”.
4.2. Declaración de una enfermedad mental propia. Pedirle que te acompañe a la terapia de grupo, porque cada uno tiene que llevar a un amigo.
Sonrisa tiesa. Me getan.
ResponderEliminarCarcajada.
ResponderEliminarMe solidarizo... aunque te veo fuerte para aguantar el envite.
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