Me siento capaz de conjugar el verbo aconcaguar. (Incluso cantaría con Ander: Acon-cocogagua, acon-cocogagua, coco, coco, gua). Pero no aconcaguaré, aún. No en este verano austral.
De poco sirve referirse a la enfermedad. Espero otra ocasión futura, quizá con la ayuda profesional de la guía de la fotografia (en la cima del Bonete). Una mujer con cuajo y, hoy, con un año más, ¡felicidades!
Y yo que pensaba que ya ibas a sentar cabeza... La próxima vez, quizá.
ResponderEliminarLas cosas que más cuestan, luego dejan un gustillo diferente. A veces vale la pena la espera.
ResponderEliminar¡Feliz cumpleaños a tu guía!
¡Qué envidia verte en esas cumbres! ¡Qué suave sensación de paz me embarga en la meseta cuando te diviso en las alturas!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Eresfea. Ya conspiraremos ;P
ResponderEliminarBesos
Bueno. Acon-cocogagua, acon-cocogagua, coco, coco, gua- rás.
ResponderEliminarAbrazo!
La polainas Artiach llegan hasta allá!
ResponderEliminarEStoy seguro de que no será la última intentona. En San Bernardo parecía que se os comía la niebla. ¿Qué se veía? (Envidia, envidia).
ResponderEliminarLa repetición indiscriminada y a alta velocidad de "Aconcagua" me recuerda a las mamachicho. Lo siento. Cosas del mal de altura, seguro.