lunes, febrero 11, 2008

Stamm y la necesidad de lectores cómplices

Los relatos de En jardines ajenos, de Peter Stamm (Suiza, 1963) son tristes y cuentan mucho sin contar; cuentan, eso sí, con lectores cómplices -ojo, no hace falta ser triste- para poder llegar a su plenitud.
Cuando leía “Toda la noche”, me decía: Stamm eres un cabroncete -licencias de la complicidad lectora-. Y me/se lo decía con cariño, porque las palabras de Stamm no ofrecían nada de lo que era importante, pero, a la vez, yo entendía algo sustancial.
Ahí va un fragmento del cuento citado, págs. 47 y 48.
“Estaba de pie ante la ventana y miraba hacia fuera. Incluso sin que el vuelo se retrasara, ella tardaría aún como mínimo media hora en llegar. Pero él ya estaba intranquilo. Descartaba frases que había pensado en las últimas semanas y que había repetido una y otra vez para sus adentros. Sabía que ella le pediría una explicación y sabía que no tenía ninguna. Nunca había tenido explicaciones, pero siempre había estado seguro de sí mismo.
Una hora más tarde volvía a apostarse ante la ventana. Seguía nevando, pero ahora más fuerte que antes, aquello era una auténtica tormenta de nieve. El conserje había desistido de su lucha. Todo estaba blanco, incluso el viento parecía blanco o gris claro, como el incipiente crepúsculo que apenas se diferenciaba de la blancura de los copos. Los coches circulaban despacio y con suma precaución. Los pocos transeúntes que aún había en la calle se defendían contra las arremetidas del viento.”

3 comentarios:

  1. Anónimo4:15 p. m.

    Yo le llamé "cabroncete" con cariño este fin de semana a Andrés Hurtado (Pío Baroja). ¡Qué majo es! Estoy recorriendo/releyendo el Madrid barojiano. Y el amigo Andrés me provoca estos brotes de simpatía y camaradería.

    Me resulta agradable ese parrafito de Stamm. Tus recomendaciones son muy recomendables. Cuando terminé Sin Destino me quedé muy satisfecho. Fue una sensación extraña. Me acordé de tí, leyendo en la villavesa y en la Roncalesa.
    Tengo apuntadas tus recomendaciones.

    Abrazo.

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  2. Gracias, Caravinagre, me siento muy honrado con tu memoria.

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  3. Eresfea, gracias por descubrirnos a Stamm. Será el próximo en mi lista.

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