Película de acción con personajes consecuentes. El protagonista, Agente 47 (Timothy Olyphant), es un producto educado para matar, el perfecto asesino, peladito y con un código de barras en la nuca (pero no es un yogur, no…). Es el mejor trabajador en su campo: el asesinato. Se formó/forjó en una especie de laboratorio religioso, donde para el espectador suena el Ave María de Schubert. Es el arranque de la película, aún con los títulos de crédito, eficaz porque cuenta mucho con poco y evita interrupciones en la acción posterior.
¿Después? Una trampa para cazar al asesino. Un buen policía inglés de la INTERPOL, acompañado de otro policía inglés de la INTERPOL, y una conspiración de la nueva nomenklatura rusa que precisa eliminar al perfecto 47, y a una chica.
La chica: Nika (Olga Kurylenko). Casi me levanto de la butaca y hago la ola. El ejemplo de un cuerpo hecho para un papel. No sé si alguien reparó en su interpretación. Yo no.
Una buena película de acción para descansar la cabeza 100 minutos. Agradezco cómo se resuelve la complicación/relación de 47 con Nika: consecuente.
jaja.
ResponderEliminar¡La ola, la ola! Me parto, Eresfea. Es muy visual. Y es que te veo.
ResponderEliminarEsta vez no has escrito que pinchemos en la foto para ampliarla. Es innecesario recordarlo, ¿verdad?
ResponderEliminarCon este temporal tan intenso (en San Sebatián), se agradece comentarios a la cartelera, apetece ir al cine.
ResponderEliminarÉsta se estrenó en España en noviembre de 2007, Imanol. Ahora estará en tierra de nadie, hasta que la alquilen en DVD.
ResponderEliminar