Es mi cuento favorito infiltrado en la publicidad de la televisión. Haägen Dasz.
Ella, sola en la heladería, joven, bella, mojada y maltratada por algún sinsabor, pide al heladero:
-Quería un helado con sabor a hoy no quiero hablar con nadie.
-Mediano o grande –responde el heladero joven.
-Grande.
Él le sirve un vaso de helado enorme.
-Esto no es lo que te he pedido –dice ella ante el helado.
-Ya –responde él-. Es sabor a tienes una sonrisa muy bonita.
Y hay un final feliz de soledad, donde ella come el helado.
(En la versión larga de
Youtube hay, además, un perro, lluvia y dos "holas").
P.D.: Flores de azafrán silvestre en la polvareda pisoteada de una senda.
Qué bueno. Este anuncio le gustará mucho a Joseluis González, que animaba a los creativos a darle valor literario a su trabajo.
ResponderEliminarBueno, un chocolate caliente con churros en Santa Lucía también hace el mismo efecto, claro que solo no vas a estar.
ResponderEliminarPD Me gusta más tu texto que el anuncio.
Colosal. Pero odio los doblajes españoles.
ResponderEliminar¡Láza...!, digo, ¡Sintomático! El regreso del Jedi...
ResponderEliminar"El astuto heladero/ ¿Quieres hacer el favor de cobrarte, por favor?", lo titularía.
ResponderEliminar¡Está chulo!
ResponderEliminar¡Yoda, te he leído en silencio todos estos meses!
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