Este verano la queratinosis cegó muchos sarrios en Pirineos. Tropezaban, caían, sangraban, se frotaban los ojos a ciegas contra la hierba dura de la montaña, contra las rocas. Fueron un festín para las moscas (que transmiten la enfermedad).
Lucía y yo vimos el sarrio del vídeo el último día de agosto.
Ahora, con el frío, ya no hay moscas en Pirineos.
Pobre bicho, qué congoja. ¿Y cómo andan ahora?
ResponderEliminarPuf. Qué pena. :( No voy a dar al "play", que lo paso fatal...
ResponderEliminarImagino que los enfermos ya habrán muerto, Ander.
ResponderEliminarPero ¿sigue extendiéndose la enfermedad?
ResponderEliminarQuizá lo inquietó la presencia de la cámaro/ camarógrafo/ periodista.
ResponderEliminarNo, ya no se extiende. Los sarrios enfermos mueren, las moscas ya no propagan la enfermedad.
ResponderEliminarY esperemos que el año próximo no quede "en el aire" el patógeno.