Christine,
Lourdes,
Imanol C.,
Patxi y yo llegamos a la Rinconada tras dos horas y media de marcha. Las nubes corrían por la cima del pico Anayet. Se acumulaban.
La nieve estaba muy blanda.
Almorzamos, bebimos tinto (Alkorta, 2004), aguardiente austriaco de albaricoques, caldo caliente.
Tomamos una decisión. Bajamos.
Los más pesados nos hundíamos en la nieve.
Lourdes y
Christine (peso pluma) se hundían menos. Pero el feógrafo estaba atento...
No sois los unicos que, por A o por B, os habeis dado la vuelta en La Rinconada... ( http://m16u.blogspot.com/1993/04/vrtice-anayet-2559-intento-vn-canal.html ).
ResponderEliminarAhí, en toda la línea de flotación.
ResponderEliminarIK, me ha encantado el croquis y ese "acollonados".
ResponderEliminar¡Qué puñeta la nieve blanda...!
Anayet siempre nos regala alguna historia...
Hace poco más de un año, Imanol, Ángel y yo preparamos pinchos calientes de pimientos del Piquillo en la cima del pico. Era genial ver llegar a los montañeros con las narices abiertas.