lunes, junio 22, 2009
Castillo de Acher
Bienvenidos al Castillo de Acher, observen las "almenas", Lourdes asoma por el collado.
El bucle de Patxi en la Punta Sur.
Una y otra vez nos encastillamos en Acher. En esta ocasión fue el domingo, fuimos Asun, Lourdes, Pilar, Imanol C., Patxi y yo.
En la subida recogimos bejines que cocinamos en la Punta Norte (2.390) en revuelto. (Mención especial para la botella de Alcorta de Patxi y un recuerdo para Andrea, hija de la jovencita Asun).
Una nueva emoción montañera llegó en la bajada, a las cuatro y cuarto, cuando conocimos a Mª Jesús y a Yolanda en el collado de salida del Castillo de Acher. Antes las habíamos visto llegar con dos amigas más a la cumbre. Y nos habíamos conjurado con el pan casero y el revuelto de setas:
-Ojo, nada de invitar, ni aunque suba Gisele Bundchen, ¡eh!
(Cuentan las crónicas que a Patxi se le quedó la sonrisa perfecta en la cara durante un rato pensando en Gisele, al menos hasta las cuatro y cuarto).
Mª Jesús tenía un tobillo roto y nada de bejín. Demostró en las horas siguientes una entereza envidiable para bajar y para esperar el rescate de la Guardia Civil en el refugio forestal del Castillo de Acher.
Sufrió con dignidad una bajada exigente arrastrándose de culo, con una pierna entablillada (entre dos bastoncillos plegables/plegados: embastonada), o acarreada a caballito, por Imanol y por mí. Cuando a las nueve menos cinco oímos el helicóptero, tarareamos a Wagner con Apocalipsis Now en la memoria.
Cuenta la leyenda que hubo una vez una princesa que se rompió un tobillo bajando de un castillo. Llegó hasta un refugio, ayudada por dos recios montañeros, y se quedó esperando a que la rescataran unos duendecillos verdes.
ResponderEliminar(Qué hacía en el castillo y cómo se partió el tobillo son otra historia.)
¡Qué orgullosa estoy de vuestros primeros auxilios! :D
ResponderEliminarTibia y peroné rotos, pelopatrás. Lo supimos unos días después...
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