miércoles, noviembre 25, 2009
Estoy leyendo
Zombi. Guía de supervivencia.
De Max Brooks, cuyo mayor mérito (para mí) era ser hijo del creador de Young Frankenstein (El jovencito Frankenstein en España y El joven Frankenstein en Hispanoamérica) y eso sí que es un aval genético... Se publicó como The zombie survival guide en EEUU, en 2003. Y es a lo único que llega mi pulpo-cerebro lector en esta última semana de noviembre.
Añado: nunca había leído un texto expositivo tan divertido y eficaz.
Entzia sobre las nubes
A veces lo alto es lo bajo. Y lo bajo... No voy a seguir por aquí. Sólo quiero mostrar imágenes de nubes bajas y de montañeros que suben un viernes (el pasado) a la zona de Entzia (el espolón sur de la sierra de Urbasa).
Fuimos Asun, Patxi y yo. Disfrutamos de la luz, de esas nubes, de tres cimas, del Moscato D'Asti (vinito regalo de Ángel) junto al buzón de Bayo, de un corro de pie azules y hasta de la fugaz aparición de dos ciervos.
Un gusto.
sábado, noviembre 21, 2009
20 N No al porno infantil
Ayer fue el 20 N.
Día de la Filosofía.
Día del minuto televisivo para los señores vestidos de azul con bigotito.
Día para denostar a Kate Moss en la prensa por sentirse feliz en los huesos. Los indignados en el Reino Unido argumentan que allí hay más de un millón de personas con problemas de anorexia. Ejemmm... ¿Cuantos obesos se están jugando la vida en el Reino Unido? En cambio, si una gorda (el femenino es por seguir con Moss) se anima a decir que es feliz gorda, todos la aplauden. ¡Qué maja! ¿No seremos un pelín hipócritas? Que cada cual se pregunte si prefiere ser flaco o gordo.
Todo esto, en realidad, era para traer "días", que, la verdad, ni fu ni fa...
Ayer fue el día de la campaña de miles de blogueros contra el porno infantil. Un día para recordar en la Red el cuidado que merecen los niños todos los días.
Día de la Filosofía.
Día del minuto televisivo para los señores vestidos de azul con bigotito.
Día para denostar a Kate Moss en la prensa por sentirse feliz en los huesos. Los indignados en el Reino Unido argumentan que allí hay más de un millón de personas con problemas de anorexia. Ejemmm... ¿Cuantos obesos se están jugando la vida en el Reino Unido? En cambio, si una gorda (el femenino es por seguir con Moss) se anima a decir que es feliz gorda, todos la aplauden. ¡Qué maja! ¿No seremos un pelín hipócritas? Que cada cual se pregunte si prefiere ser flaco o gordo.
Todo esto, en realidad, era para traer "días", que, la verdad, ni fu ni fa...
Ayer fue el día de la campaña de miles de blogueros contra el porno infantil. Un día para recordar en la Red el cuidado que merecen los niños todos los días.
lunes, noviembre 16, 2009
Los Jonas Brothers en Baracaldo
Hace unos días los Jonas Brohhers cantaron-actuaron en el País Vasco, en el Gran Bilbao, en Baracaldo. Creo que ha sido el acontecimiento cultural de noviembre más importante celebrado en en el País Vasco (junto con la carrera Behobia - San Sebastián), pero no se ha dado la importancia que merece a este concierto-actuación, que forma parte de la gira de los hermanísimos estadounidenses. ¿Manipulación cultural, falta de perspectiva, incapacidad periodística, resistencia a lo estadounidense, pereza...? Fueron 15.000 espectadores. Pero como se dice siempre: "Las frías cifras". El número no refleja la intensidad de las emociones de esos 15.000. Si, como sabemos después de la película, 300 espartanos detuvieron el avance de las tropas persas..., ¿dónde está el límite de estas huestes? ¡10.000 adolescentes predominantemente vascas y 5.000 padres!
(Escribo predominantemente porque comprendo que adolescentes de las comunidades vecinas también estarían ahí. Pena perdérselo...
Escribo "padres", aunque sería más preciso escribir "madres").
¡Disfruté tanto con las imágenes de televisión que mostraban el ambiente antes del concierto! ¿Cómo no se filmó un "después del concierto" con afonías más terribles que psicofonías, con la emoción de las chicas en las miradas, con la justa sonrisa de las madres.
Llegué, incluso, a tres conclusiones bobas:
1. El heavy metal es una paparrucha comparado con las sonrisas metálicas de las fans de los Jonas Brothers. ¡Cuánta sonrisa emocionada y alambrada! (Con mala baba pensé en una maldad: en vez de Jonas Brothers podrían llamarse los Jonas Brackets). ¿Algún grupo vasco provocaría un delirio semejante? Ni la reunión de las dos orejas de Van Gogh con Álex Ubago (creo).
2. Ésta es la verdadera juventud vasca alegre-y-combativa.
3. La santa paciencia de muchas madres acompañantes. No se veían tantos padres en los reportajes de televisión, ¿los había? La maternidad siempre entregada...
(Escribo predominantemente porque comprendo que adolescentes de las comunidades vecinas también estarían ahí. Pena perdérselo...
Escribo "padres", aunque sería más preciso escribir "madres").
¡Disfruté tanto con las imágenes de televisión que mostraban el ambiente antes del concierto! ¿Cómo no se filmó un "después del concierto" con afonías más terribles que psicofonías, con la emoción de las chicas en las miradas, con la justa sonrisa de las madres.
Llegué, incluso, a tres conclusiones bobas:
1. El heavy metal es una paparrucha comparado con las sonrisas metálicas de las fans de los Jonas Brothers. ¡Cuánta sonrisa emocionada y alambrada! (Con mala baba pensé en una maldad: en vez de Jonas Brothers podrían llamarse los Jonas Brackets). ¿Algún grupo vasco provocaría un delirio semejante? Ni la reunión de las dos orejas de Van Gogh con Álex Ubago (creo).
2. Ésta es la verdadera juventud vasca alegre-y-combativa.
3. La santa paciencia de muchas madres acompañantes. No se veían tantos padres en los reportajes de televisión, ¿los había? La maternidad siempre entregada...
Baitza y Bargagain
El domingo, Asun, Karmele, Lourdes, Álvaro, Ángel, Patxi , Perni y yo, ascendimos de Lizarraga a Baiza (1.183) y, desde allí, por la cresta de Urbasa, hasta Bargagain (1.153). Luego bajamos al puerto de Olazagutia.
Pocas ocasiones como ésta para las notas al pie de las fotografías. Y para un clic sobre las imágenes.
El setal circular, también conocido como "corro de brujas" es de Lepista luscina, alias larreziza. ¡Eso sí que es un círculo de poder!
Cerca de la cima de Bargagain, los espolones calizos ofrecen un paisaje adecuado para niños intrépidos. Al fondo, San Donato.
Karmele ejercita sus alas. (Volará, tiempo al tiempo). Lourdes vigila sus ejercicios (desde abajo).
En la cruz de Bargagain comprendimos que no sólo es largo el brazo de la ley, el de Ángel...
Pocas ocasiones como ésta para las notas al pie de las fotografías. Y para un clic sobre las imágenes.
El setal circular, también conocido como "corro de brujas" es de Lepista luscina, alias larreziza. ¡Eso sí que es un círculo de poder!
Cerca de la cima de Bargagain, los espolones calizos ofrecen un paisaje adecuado para niños intrépidos. Al fondo, San Donato.
Karmele ejercita sus alas. (Volará, tiempo al tiempo). Lourdes vigila sus ejercicios (desde abajo).
En la cruz de Bargagain comprendimos que no sólo es largo el brazo de la ley, el de Ángel...
sábado, noviembre 14, 2009
Campaña contra la pornografía infantil
martes, noviembre 10, 2009
Un comienzo y un final
"Josette Baconnier nunca tuvo edad de bailar. Había nacido en una familia de temperamento y de gustos rústicos, en la que cada día le prometían que bailaría al día siguiente. Cuando el día siguiente llegó y pudo ir a su primer baile, conoció al hombre de su vida, que se casó con ella tras haber bailado juntos un único tango. Le reclamó otros más, pero su esposo, que era el mejor hombre del mundo, respondía a todos sus pedidos con un lacónico: "Ya no es propio de nuestra edad".
Josette se acostumbró a la idea de que era muy vieja para bailar... Aunque eso no hizo que el deseo desapareciera.
Pensó que la maternidad la curaría definitivamente y lo cierto es que en los últimos meses de su primer embarazo no soñó con más cabriolas, pero, no bien hubo nacido su hijo, se vio forzada a admitir que el deseo había regresado. Y después del nacimiento del tercero, este era más fuerte aún.
Tuvo, pues, que vivir con él."
Y EL CUENTO DE PAUL FOURNEL, TITULADO "EL TUTÚ", SIGUE... O sea, éste es el comienzo prometido del título de la entrada. Y esto es, también, velocidad narrativa. Podéis seguir leyendo en Nouvelles. Antología del nuevo cuento francés (Páginas de Espuma, 2005).
Y así termina una presentación de personaje, la del raro estonio Pajápil en el campo de trabajo soviético del que da cuenta Dovlátov en La zona (Ikusager, 2009):
"Entonces le llegó el dinero de su tía Reyet. Pajápil se agenciaba un litro de Chartreuse en la tienda y se marchaba al cementerio. Allí, en el verde crepúsculo, brillaba el blanco de las cruces. Más allá, a la orilla de un pantano, había una tumba descuidada; y al lado de ella un obelisco de contrachapado. Pajápil se sentaba pesadamente sobre el pequeño otero, bebía y fumaba.
-Los estonios deberían vivir en Canadá -refunfuñaba para sí bajo el rítmico zumbido de los mosquitos.
Por alguna razón no le picaban.
P.D.: "Por alguna razón no le picaban". ¡Ah...! Por cosas así, Dovlátov es mi autor favorito.
Josette se acostumbró a la idea de que era muy vieja para bailar... Aunque eso no hizo que el deseo desapareciera.
Pensó que la maternidad la curaría definitivamente y lo cierto es que en los últimos meses de su primer embarazo no soñó con más cabriolas, pero, no bien hubo nacido su hijo, se vio forzada a admitir que el deseo había regresado. Y después del nacimiento del tercero, este era más fuerte aún.
Tuvo, pues, que vivir con él."
Y EL CUENTO DE PAUL FOURNEL, TITULADO "EL TUTÚ", SIGUE... O sea, éste es el comienzo prometido del título de la entrada. Y esto es, también, velocidad narrativa. Podéis seguir leyendo en Nouvelles. Antología del nuevo cuento francés (Páginas de Espuma, 2005).
Y así termina una presentación de personaje, la del raro estonio Pajápil en el campo de trabajo soviético del que da cuenta Dovlátov en La zona (Ikusager, 2009):
"Entonces le llegó el dinero de su tía Reyet. Pajápil se agenciaba un litro de Chartreuse en la tienda y se marchaba al cementerio. Allí, en el verde crepúsculo, brillaba el blanco de las cruces. Más allá, a la orilla de un pantano, había una tumba descuidada; y al lado de ella un obelisco de contrachapado. Pajápil se sentaba pesadamente sobre el pequeño otero, bebía y fumaba.
-Los estonios deberían vivir en Canadá -refunfuñaba para sí bajo el rítmico zumbido de los mosquitos.
Por alguna razón no le picaban.
P.D.: "Por alguna razón no le picaban". ¡Ah...! Por cosas así, Dovlátov es mi autor favorito.
martes, noviembre 03, 2009
Ls zmbds
Los zumbados (o sea, nosotros) el domingo, tras el encuentro con los zombis, con esa sensación de estar más cerca del cielo que del cementerio.
Javi y Lourdes punto de llegar al collado de Idoitxiki, por la senda de Irañeta.
Camino de San Donato, Asun y Pilar, ya en altura.
Caminando por parte de la eslora de San Donato.
Javi y Lourdes punto de llegar al collado de Idoitxiki, por la senda de Irañeta.
Camino de San Donato, Asun y Pilar, ya en altura.
Caminando por parte de la eslora de San Donato.
lunes, noviembre 02, 2009
Tds ls zmbs
(Si has entendido el título, no nos vamos a llevar bien, forastero…).
Ayer fue la festividad de Todos los zombis, que no celebro. En su lugar, como tampoco estoy apegado a los cementerios, a la representación de Don Juan Tenorio ni a la enésima versión del jálogüin de los Simpson en A3, fui a la montaña con un grupo de amigos. (Maniático que es uno).
En el café previo a la ascensión, en Irurzun, los vimos. Eran ellos, dos docenas de celebrantes, los zombis. Nada más parecido a un muerto viviente que el mítico (entiéndase típico) juerguista-resacoso (varón, caucásico, cerebro puré, entre 13 y 50 años). En los estertores matinales de una fiesta tan nuestra como jalogüin, por ejemplo, se movían menos que los thrillers del vídeo de san Michael Jackson; todos, absolutamente todos, vestían de negro, y la mayoría absoluta era masculina.
-Porque tienen la esperanza de pillar cacho aún –explicó con agudeza alguien de nuestro grupo.
Sí, es fácil pillar cacho en la cafetería La Tahona de Irurzun, donde se amontonaban los zombis. Donde colapsaban el baño. Nosotros pillamos cachos de croissants y caracolas. Y hasta compramos pan para el almuerzo.
Ascendimos San Donato, por Irañeta. Descendimos de San Donato, hacia Huarte, donde están preocupados por el TAV (Tren de Alta Velocidad) y por hacer boicot a los productos de Israel (¿).
Por la noche cambió el viento y, como en la novela, llegaron las lluvias. Yo llegaba al lugar de San Sebastián donde más gente muere: el Hospital Donostia. De visita, no os alegréis prematuramente. Aún estaba disfrazado de montañero, con mochila, bastones telescópicos… Y creí ver más miradas de envidia que de extrañeza.
Me acordé de los zombis de la mañana. Es casi un tópico decir que vivimos sin pensar en que nos moriremos, y eso (morir, no pensar) siempre sucede pronto (preguntad a los que van a morir). La muerte no nos da calabazas.
Hoy he visto trozos de calabazas por las calles de Pamplona. El rastro tontorrón de la muerte.
P.D.: Sé que alguien se habrá extrañado por el límite de edad del juerguista-resacoso en 50 años. Porque, si con 51 o con 71 se siguen sintiendo jóvenes (como en el anuncio de gafas de Bosé)..., tienen derecho a la juerga- resacosa. Obvio, pero que me disculpen si no voy a visitarlos al hospital.
Ayer fue la festividad de Todos los zombis, que no celebro. En su lugar, como tampoco estoy apegado a los cementerios, a la representación de Don Juan Tenorio ni a la enésima versión del jálogüin de los Simpson en A3, fui a la montaña con un grupo de amigos. (Maniático que es uno).
En el café previo a la ascensión, en Irurzun, los vimos. Eran ellos, dos docenas de celebrantes, los zombis. Nada más parecido a un muerto viviente que el mítico (entiéndase típico) juerguista-resacoso (varón, caucásico, cerebro puré, entre 13 y 50 años). En los estertores matinales de una fiesta tan nuestra como jalogüin, por ejemplo, se movían menos que los thrillers del vídeo de san Michael Jackson; todos, absolutamente todos, vestían de negro, y la mayoría absoluta era masculina.
-Porque tienen la esperanza de pillar cacho aún –explicó con agudeza alguien de nuestro grupo.
Sí, es fácil pillar cacho en la cafetería La Tahona de Irurzun, donde se amontonaban los zombis. Donde colapsaban el baño. Nosotros pillamos cachos de croissants y caracolas. Y hasta compramos pan para el almuerzo.
Ascendimos San Donato, por Irañeta. Descendimos de San Donato, hacia Huarte, donde están preocupados por el TAV (Tren de Alta Velocidad) y por hacer boicot a los productos de Israel (¿).
Por la noche cambió el viento y, como en la novela, llegaron las lluvias. Yo llegaba al lugar de San Sebastián donde más gente muere: el Hospital Donostia. De visita, no os alegréis prematuramente. Aún estaba disfrazado de montañero, con mochila, bastones telescópicos… Y creí ver más miradas de envidia que de extrañeza.
Me acordé de los zombis de la mañana. Es casi un tópico decir que vivimos sin pensar en que nos moriremos, y eso (morir, no pensar) siempre sucede pronto (preguntad a los que van a morir). La muerte no nos da calabazas.
Hoy he visto trozos de calabazas por las calles de Pamplona. El rastro tontorrón de la muerte.
P.D.: Sé que alguien se habrá extrañado por el límite de edad del juerguista-resacoso en 50 años. Porque, si con 51 o con 71 se siguen sintiendo jóvenes (como en el anuncio de gafas de Bosé)..., tienen derecho a la juerga- resacosa. Obvio, pero que me disculpen si no voy a visitarlos al hospital.