Los montañeros dejan mensajes en los buzones de las montañas, así, como si nada; pero algunos de esos buzones están habitados. Este domingo 21 de febrero, por ejemplo, en el Onddo u Onyo (781), Asun fue la espantadora de enanos: ahí está ocupando la cama del enano Patxi, que se preocupa posado sobre la capucha;
o en el buzón de Zaburu (778), en el caserío de Pilar.
No encontramos habitantes en la cima de Aballarri (635) ni en la de Adarra (812). Supongo que el cohete arruinado y la minúscula casita no agradan a los enanos.
P.D.: Los montañeros fuimos Asun, Karmele, Lourdes, Pilar, Ángel, Patxi y yo. (Y como fuimos, volvimos).
Bonita ruta, pero no entiendo a los montañeros que suben cimas para ver buzones, claro que yo las subo para ver piedras.
ResponderEliminarEspero que al menos os fijárais en algún cromlech, aunque sólo fuera para no pisarlo.
Un saludo. ;)
Tranquilo, Jonathan, que lo de los buzones es un capricho menor de algún maniático (como yo).
ResponderEliminarSí vimos piedras, sí.
Abrazo.
Pues imagínate la dureza de la ruta para el cartero (con su carrito y todo).
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