Caminaba yo uncido el 6 de abril, cuando en Vega de Valcarce encontré al señor que se había fabricado su propia carreta y enfrentaba los últimos kilómetros antes de subir Cebreiro. Pensé entonces: sí, me gustan los raros esforzados.
A mí, me encanta la sensación de ser autónomo tan solo con una mochilita, con lo mínimo posible. Esa especie de minimalismo aplicado a cuando sales de casa. (A veces me paso).
¿Sería todo lo imprescindible para él?
ResponderEliminarA mí, me encanta la sensación de ser autónomo tan solo con una mochilita, con lo mínimo posible. Esa especie de minimalismo aplicado a cuando sales de casa. (A veces me paso).
Comparto esa afición por los mínimos. Y qué satisfacción cuando llevas sólo cuatro o cinco cosas en la mochila y las usas todas, ni más ni menos.
ResponderEliminarQué será de ellos:
ResponderEliminarhttp://vespana.blogspot.com/2006/06/cuatro-viajeros.html