jueves, octubre 06, 2011

Gracias al préstamo del amigo Antonio, he leído Ciudades, de Stefan Hertmans.
Gracias.
Una lectura tan deliciosa como exigente, en un cruce de caminos entre la crónica, el ensayo, el relato... Esta vez, en vez de las anotaciones, he optado por el escaneado de algunas páginas.
Van dos citas de arranques de textos (espero que sirvan como estímulo lector):

BRATISLAVA
EL TIEMPO DEL ANACRONISMO
"Yo no quería oír un buen consejo, quería oír una historia"
CHRISTOPH RANSMAYR
"En el andén hay un hombre.Mira con atención a una mujer que se encuentra frente a él. Mientras ella está diciendo algo, en mitad de una frase, el hombre lleva con cautela dos dedos hasta el labio superior de ella y con un tirón rápido le quita un pelo de ahí, una suerte de pelo de bigote extraviado. La mujer se asusta, suelta un pequeño grito, le da una bofetada al hombre e, inmediatamente después, un beso."

NUBES. HOGAR.
"Mi dilema era éste: ¿me dedicaba a la antropología experimental o me limitaba sólo a observar y a guardar las distancias?"
H. C. TEN BERGE
En un ingenioso ensayo sobre la estancia en el hogar -"un lugar para hartarse"-, Patricia de Martelaere (Verrassingen, [Sorpresas] 1997) mancilla con el humor que la caracteriza las imágenes idílicas que las personas proyectan de su hogar y de la estancia en casa: un lugar en el que deberías poder rastrear materialmente tu identidad; eso es lo que esperan, o temen, según el caso. Pero estar en casa es casi siempre algo muy distinto, a menudo más extraño que encontrarse en el extranjero: es el lugar donde las cosas se hacen invisibles, donde dejamos de usar nuestros sentidos para explorar el mundo. En casa situamos nuestra capacidad de observación en el punto cero. Nuestro hogar es el sitio donde el mundo se vuelve invisible, lo cual nos lleva al reposo que necesitamos para poder pensar en cosas más lejanas."



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