Mogollón (de perrechicos) en junio

Hay que leer dos acepciones (3º y 5ª) en el mogollón del diccionario de la RAE, para acercarse al mogollón de perrechicos vistos (y recogidos) el pasado fin de semana (9 y 10) de junio, entre las cotas 1.600 y 1.700, en algún paraje calizo del Pirineo oscense.
(La paranoia setera me lleva a creer que ya estoy dando demasiadas pistas...).
Pero la palabra mogollón necesita ayuda de otras que suenan parecido para hacerse cargo: mollete (1ª acepción). Y mollar (acepciones: 1º y 2ª).
El sistema métrico recurre a otras medidas. Por ejemplo, 5 kg guardados en bolsa de tela.
Pero lo de las medidas me lleva a explicar las que tomo en la captura de los perrechicos.
Un proceso que describo al pie de las fotografías.

 Marcado. Obsérvese la eficacia del 46 del EGR (El Guipuchi Robasetas) en el apartamiento de maleza previa. Ojo, ¡no se pisan los setales! Esto de tomar medidas con los pies no es cosa nueva.

 Despliegue de herramienta (con cariño). Medir a navaja.

Alzamiento (satisfactorio) del setal. Medida de felicidad.

Isón, muchardón, musarón, seta de carrerilla, seta de carretilla, seta de mayo, seta de primavera, seta de San Jorge, seta fina, sisón, usón (hasta aquí leo wikipedia). Y añado: perrechico, ziza, ziza de primavera.

P.D.: Recogí algunas senderuelas, con desgana, por no dejarlas ahí...