El 10 de octubre salí de Leiza y llegué a Goizueta. En la ruta: muuuuuchos hongos; dos montañas (Eguzkiko Muñoa y Urepel); el final de una pista (por sorpresa), una hora corriendo a lo sarrio para llegar a un autobús en Goizueta; camiseta, pantalón, calzoncillos empapados de sudor; un autobús perdido.
Cuatro kilómetros después de Goizueta, en la carretera a Hernani, una autoestopista amable.
¡Hala, releed el título de la entrada y a agudizar la vista!
Localizadas (espero).
ResponderEliminarY cómo no van a querer los de Leitza a los guipuzcoanos si les limpiamos los montes de setas venenosas.
Y alucinógenas, je.
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