domingo, octubre 28, 2012

Caprichos (austriacos) de la fama y chorreo de la memoria

Dices Felix... y no te atreves con el apellido del saltador, pero añades "el austriaco ése". Y entonces caes (en la cuenta): ¿a cuántos austriacos famosos conozco? Schwarzenegger, Lauda (Niki), Mozart, Hitler, Sissi (emperatriz) y su Romy Schneider, Von Karajan, Von Trapp, María Antonieta, Jelinek, Schödinger, Krankl (¡aquel bigotillo!), Zweig...
Me han salido en este orden.
¿En quién habíais pensado?
En España, no hace tantos años, los austriacos eran, sobre todo (sobretodo), abrigos. (Y rusa, la ensaladilla; ingles -¿o era inglés?- a la brasileña; bollo, el suizo; cerveza, Heineken -¡ay!-; español, pan candeal o de picos -¿estatalista?-; gran, el danés; noruego, el bacalao; no te hagas, el sueco...)
Salta a la vista: mejor no preguntar a los austriacos a cuántos españoles famosos conocen. Qué cosa la fama y la memoria.
¡Baumgartner!

 P.D.: ¿Los austriacos visten austriacos?
P.D.2: Los austriacos o austríacos.


5 comentarios:

  1. Rusas, las muñecas; y chinos, los cuentos.

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  2. Rusas, lo que se dice rusas, las montañas.

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  3. En mi infancia, "pan de Viena" se pronunciaba con admiración. Debía de ser el mejor del mundo pero no recuerdo cómo era.

    Bernard Kohl (aquel ciclista desconocido con cara de cuto que quedó tercero y ganó la Montaña en el Tour 2009, hasta que pitó la máquina). Pfanberger, Luttenberger.

    Y en la Real, ¡Didi Kühbauer!

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  4. Y me dejaba a Markus Pürk.

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  5. Con el tiempo he comprendido que el fichaje de Pürk fue el primer paso de la Real a segunda división.

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