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El Sena también encandado por amor, bien sûr. París, 5 de septiembre de 2013. |
La originalidad compartida mantiene el negocio de los invernaderos con picos como el del 14 de febrero ("Dígaselo con flores", aconsejaron a los inexpresivos); ha convencido categóricamente hasta a los más duros de que "Un diamante es para siempre"; canta a coro el efecto de reparador del chocolate (mejor en formato bombón) y de ciertos helados; asegura efectos maravillosos con la digestión de las ostras, el caviar y el champán; promete de palabra, ¡incluso después de
Kennedy!, la Luna; mensajea el emoticón de turno; propone el viaje a la playa tropical con puesta de sol perpetua (ve machacándote los abdominales), al "
o sole mio" en góndola por Venecia, a París.
Y sí, también en París, los candados.
P.D.: El único consuelo es masculino y estético: más vale poner un candado al puente que una barba de candado (Van Dyke) al rostro propio.
Josean, me contactas? desde Bs As tu amiga de siempre y de hace mucho!
ResponderEliminarFv
Pues encandado de saludaros de nuevo. Como no he visto email al que poder escribir, lo hago aquí (pido disculpas). Veréis, soy el de Mendivideo, la web de vídeos de montaña que ya conocéis. Pues veréis, hace casi un año publiqué un libro. El título lo dice todo; Monterapia. Creo que os gustaría. Tenéis información en www.monterapia.com
ResponderEliminarUn saludo y que sigáis disfrutando tanto de la montaña.