jueves, octubre 30, 2014

Irubelakaskoa (965)

Arista de bajada (o subida) de la vía normal (nordeste) de Irubelakaskoa.
Patxi y yo subimos a Irubelakaskoa por la ruta norte, inspirados por el texto del señor Alquézar. Sus instrucciones nos llevaron al "Circo de los Asfodelos" (he aquí un asfodelo), por la Reserva Natural de Irubelakaskoa. El punto de partida de la verdadera ruta montañera está cercano al caserío Berekoetxea, y escribo "verdadera" porque nosotros pateamos unos kilómetros de asfalto y pista antes de llegar allí. La carretera de Bidarray a Sumusaa estaba cortada por obras el 24 de octubre. (El acceso al caserío Bernatenea es un buen lugar para dejar el vehículo mientras duren esas obras).
Entre jadeos, leímos: "difuminado sendero", "increíble arista", "hermosa vía", "el más hermoso rincón", "balcón bajo estriadas paredes" "un lugar mágico, inimaginable", "ahora por terreno despejado, en contraste ante el anterior de carácter orinoco-amazónico". Y pensé en las veces que digo una "ascensión alucinante" (sin estar bajo los efectos de las drogas), o "vertiginosa" (sin vértigo), o "aérea" (sin vuelos), o...
La ruta del Circo de los Asfodelos nos hizo pensar en nosotros mismos, al principio, como leones sin Ángel Cristo... Pronto nos vimos como dos payasos (tontos, obvio) por esa ascensión orinoco-amazónica-navarra-pirenaica-..., subiendo por tramos bastante cerrados entre hierba, helechos, brezos, zarzas y espinos.
Lo confieso. Cuando entraban las dudas (que las hubo), releíamos al señor Alquézar y caíamos rendidos ante el poder de los adjetivos y su posibilidad de contraste con la realidad de un día concreto, muy caluroso, muy húmedo.
En la cima (sin buzón), empapados de sudor, acosados por una nube de mosquitas, comentamos que nunca una montaña con menos de 1000 metros se nos había resistido tanto.
(Así que volveremos con más gente...).

P.D.: Prefiero decir "Irubelakaskoa" antes que "Alkaxuri", quizá porque experimento un triunfo íntimo, como cuando decía aquello de "El arzobispo de Constantinopla se quiere desarzobispoconstantinopolizar, el desarzobispoconstantinopolizador que lo...". Y entonces pienso en los íntimos triunfos de los adjetivos.




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