Fotografía de Pilar.
Está ahí, ya asoma en las hojas del hayedo en el hemisferio boreal o, por ser más concreto, en la sierra de Entzia (Álava) el 2 de octubre de 2021.
Dentro de un mes, cuando las ramas estén desnudas, me propondrán ir de excursión para contemplar el otoño (en el suelo). A veces pienso que esa falta de sincronía entre la estación y las miradas es el fruto más urbanita del otoño. Después me convenzo de que no, de que a quienes me hablan de ir a ver los bosques otoñales les basta mirar las imágenes en sus pantallas, no quieren estar allí y solo me calientan los cascos para que les diga (con el sabor de la pérdida):
-Llegáis tarde, quizá el año que viene...
Porque ese "el año que viene" también es una promesa otoñal.
Está el otoño. El estar es pasajero.
Gracias por estar (y por pasar).
ResponderEliminarInaki