Me brotan, no lo puedo evitar.
Johnny Guitar, y silbo como si tocara la guitarra.
La pantera rosa, Baby Elephant Walk y Moon River. Incontestable Mancini.
Banda sonora de Río Bravo.
In the ghetto, Elvis Presley.
Sabor a ti. El bolero me invade...
Sinatra: Extraños en la noche.
Fred Astaire y Ginger Rogers bailan mientras silbo de buen humor Cheek to Cheek, de Irving Berlin.
Grove Armada: I see you Baby. Corrijo textos.
Madness: Our House.
Un tango: "Porque no engraso los ejes... Me llaman abandonaaaaauuu...".
Ain’t no cure for Love, Leonard Cohen.
Space Odity: por Natalie Merchant o David Bowie.
Ríe, payaso.
La vie en rose, trato de imitar la trompeta de Armstrong. Apenas sudo.
Silben: "Mujer, si puedes tú con Dios hablar, pregúntale si
alguna vez te he dejado de adorar...".
P.D.: En la fotografía, un lugar propicio para el silbido.
Yo también silbo. Creo, demasiado. A veces me piden silencio. Y advierto: "¡Mirá que si no canto...!" Se ríen. Se callan.
ResponderEliminarRecomiendo silvar tangos. Sobre todo los de Gardel: Por una cabeza, Volver, Mi Buenos Aires querido... O los de Troilo: La última curda, María, Sur.
Son difíciles, pero suenan muy bien de noche.
Asesor musical,
NachoG
Echaré de menos tus silbidos allá por tierras lejanas... :)
ResponderEliminarBesos
Nacho, tienes toda la razón. Los tangos son nocturnos, sobre todo para silbar cuando caminas hacia tu casa en soledad. Nadie se asusta así si ve aparecer tu sombra por una calle oscura. ¿Qué amenaza puede llegar silbando un tango?
ResponderEliminarLa he silbado y me ha encantado!
ResponderEliminarTe has olvidado de Guantanamera...
ResponderEliminarEs que no puedo meter todas todas...
ResponderEliminar(dijo)
ResponderEliminarEs como con las bolsas. Un hombre que carga bolsas no asusta a las viejas solitarias, mucho menos si silba Space Odity.
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