Uno de los perretxikos en la mano. Como
Peter puso el
texto, yo ofrezco las imágenes y un comentario mínimo a la fotografía de la cesta (que también puso
Peter). En el montón hay
Agáricus macrosporus (mi madre dice bola de nieve),
Lactarius deliciosus (el rovellón de toda la vida) y hasta un
Coprinus comatus (barbuda, que dicen algunos finolis); en la bolsa, un buen rancho de
Marasmius oreades (senderuelas). Y esto fue un día primaveral, ¡chis pun!
Luego de ver la película uruguaya "La Perrera" y el efecto de un buen té de hongos, este post de eresfea sólo me genera procupación. ¡Cuidado con el alucinógeno!
ResponderEliminarFalta la foto del guiso, que con mano sabia llevó Josean a buen término. Y, falta, claro, el sabor: pero no quedó ningún resto.
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