lunes, abril 02, 2007

KPL


Después de que Peter haya solucionado todo con psicofármacos [haced clic a la izquierda, en Letras enredadas, que no puedo vincular enlaces...], sólo me quedan nueve ideas sueltas para ayudar a los kulturetas periodistas literatos (KPL) que no tienen cerca una farmacia de guardia:
1) Estados Unidos ya está en el siglo XXI (al menos literariamente). Basta de refugiarse en la Generación Beat, los embalsamados del Nuevo Periodismo y Michael Moore (sí, este Moore escribe con ayuda de su mujer en el siglo XXI, pero he escrito “al menos literariamente”).
2) En Rusia también llegaron al siglo XXI.
3) Abundan los escritores idealistas esquizofrénicos. Los torquemadas perseguidores de multinacionales y capitalistas, que publican en los grandes grupos editoriales. Esto me parece muy respetable y, sobre todo, rentable por parte de los autores. Pero que luego los KPL no hablen de las virtudes de los autores, que se refieran sólo a los libros, por favor. El caso por antonomasia es el de Saramago y sus saramaguistas.
4) El Nobel no es un premio que se concede a una novela.
5) El Premio Planeta no da prestigio, da dinero.
6) Coelho no es un buen escritor.
7) Para pensar: “García Márquez, Vargas Llosa, Carlos Fuentes están muertos literariamente desde hace muchos años”.
8) La novela policíaca y la ciencia ficción no son géneros menores.
9) A la mayoría de los editores les da lo mismo que los libros estén en blanco. Ellos venden libros como podrían vender papel higiénico. La clave es vender. Y en ese ambiente el KPL es el último mono de la industria editorial, es bueno que el mono lo sepa.

P.D.: En la imagen tenéis a un señor como Dios manda, con una camiseta del Círculo de Lectores y bañador en la cima del Bisaurín (Pirineos). Él no está al corriente de los nueve puntos precedentes. Ni falta que le hace.

9 comentarios:

  1. El ambiente de (muchas) librerías me recuerda al ambiente de los conciertos de música clásica en Uruguay: viejas/os perfumados, malhumorados, que respiran muy profundo, casi tan profundo como todo el conocimiento que tienen. Yo voy, escucho/leo, y me voy.
    Ese perfume me agobia.

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  2. Qué pena, yo en cambio recuerdo una librería con un señor flaco, de barba rala y cana, simpático y sabelotodo, que agarraba sin dudar su escalerilla para coger un libro. Y encima, se podía fumar.
    De acuerdo con puntos 4, 5, por supuesto 6, y 8. García Márquez no está muerto, está muriendo que es distinto. Y, por Dios, ¡qué inquina con Saramago! ¡Sus libros son muy grandes!

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  3. Cuando un escritor gana el Nobel, a mi se me quitan las ganas de leerlo. Y el planeta ya...

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  4. Cuando trato de explicar algunos de tus puntos al resto de las personas (todas las que no han caído en tu red de influencia), niegan y pelean y desmienten. La cita que más gracia me da es ésta: "Ese Eresfea se cree el dueño de la verdad", y surge siempre que trato de convencerlos de que el Boom Latinoamericano fue un fenómeno editorial.
    Allá ellos, con sus bibliotecas llenas de libros como "Hitler ganó la guerra"

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  5. Lo del boom es una provocación, je, je.
    Algunos sólo reaccionan cuando les tocas la selección de futbol, Gardel o el dulce de leche.
    ¿Dueño? Sí, de unas estupendas botas de alta montaña.

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  6. Me encantó el punto 6 y el 8.
    Conan Doyle fue el autor que hizo que me guste leer. Cuando terminé "Las aventuras de Sherlock Holmes" me di cuenta de todo lo que podía hacer un libro. Fue, quizá, el primer peldaño. ´
    Aún hoy lo leo. Es genial. Junto con Agatha Christie y algunos otros, claro.

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  7. Presocrático, ¿probaste con Boris Akunin?

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  8. Cuidado Preso, que Eresfea muerde.

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