Palahniuk (1964) nació en Oregón, este dato a simple vista irrelevante se transforma casi en una conspiración cuando se piensa que también Raymond Carver y los escenarios de la primera entrega de Rambo son ¿oregoneses? Palahniuk es el escritor famoso por la película de su novela (El club de la lucha) y, aunque me parece lamentable como novelista, brilla en la distancia corta. En “Introducción: realidad o ficción” arranca lapidariamente: “Por si no os habéis dado cuenta, todos mis libros tratan de una persona solitaria que busca alguna forma de conectar con los demás”. Se agradecen este tipo de explicaciones por parte de un autor. (Aunque, cuando muera Palahniuk, algún doctorando enmendará la plana al autor).
El Palahniuk escritor de ficciones prescinde del mundo para entregarse a su historia. Pero, una vez terminada, esta historia necesita volver con la gente de la que salió. Si el libro se vende bien conocerá gente, se hartará de estar con gente, y Palahniuk necesitará perderse en la soledad de otra historia. Ése es su ciclo como escritor: de la soledad al grupo, del grupo a la soledad, y así indefinidamente. De la ficción a la realidad, de la realidad a la ficción… El escritor es, entonces, un viajero (como el lector cómplice) de la soledad.
Palahniuk escribe sobre la formación de grupos, con su estructura y normas internas. Y estos textos son los intermedios entre novelas, el ensayo de las fases de realidad, de compañía, el camino intermedio entre la soledad y la compañía.
Él explica este intermedio como periodismo: “En la imaginación de la gente, eso es lo que distingue a un escritor de un periodista. El periodista, el reportero, siempre anda con prisas, de caza, reuniéndose con gente y recogiendo datos. Preparando una historia. El periodista escribe en compañía de otra gente y siempre con plazos de entrega. Rodeado de gente y con prisas. Es una actividad emocionante y divertida. El periodista escribe para conectar a la gente con el mundo exterior. Es un conducto.”
“Pero un escritor es distinto. Alguien que escribe ficción es alguien –o eso imagina la gente- que está solo.”
Pero Palahniuk explica que la escritura le permite estar en contacto con la gente, y que se alimenta de ese contacto para poder escribir, primero, historias reales; luego, cuando estas historias han madurado lo suficiente, la ficción. Quizá por eso la gente las lee como reales, se las cree. Visto de otro modo, Palahniuk busca la amistad con la escritura, busca compañeros de trabajo, de aficiones… busca grupos de amigos. Confiesa: “No vemos muchos modelos nuevos para la integración social masculina. Está el deporte. Y construir graneros. Y ya está”.
¿Muy yanqui? ¿Muy oregonés?
San Sebastián, País Vasco, España. El deporte: montaña, pala (sin hniuk), fútbol, tute y mus. El club más popular no es el de “la lucha”, sino la “sociedad gastronómica”: nos reunimos con cualquier excusa para cocinar y comer. A veces sólo para comer y beber, no hay problema.
Montevideo, Uruguay. El picadito (partido de fútbol más o menos improvisado en cualquier sitio). El asadito: fuego de leña, luego brasas y, entonces, achuras y carnes asándose. Whisky (y aplauso) para el asador.
¿Cuáles son los modelos de integración social femeninos?
P.D.: En la imagen, uno de los elementos vascos de integración social masculina.
Estrujado me has.
ResponderEliminarfea que eres y no dejas de ser: da igual cuáles son los modelos de integración social femeninos (¿peluquería? ¡gimnasio? ¿centros de depilación!!?? Además, las mujeres sabemos de disgregación) Los modelos masculinos siempre han sido mucho más divertidos, diga Palahniuk lo que diga. Y lo sabéis.
ResponderEliminar¿Estrujado te he? Nooooo. Palapalapala hniuk da pala mucho.
ResponderEliminarRecuerdo tu amago de opinión sobre Palahniuk entre obligaciones literarias de diversa ídole.
ResponderEliminarQué quieres que te diga, pero leer al amigo Pal (queda mucho más americano: prueba a pronunciarlo con desgana, con una "a" medio "o" y con la "l" atascada varios segundos en el paladar) fue como volver a andar un camino bien pisado. ¡Pero es de Oregón!
Fantástico.
ResponderEliminarQué buenos reportajes. Los constructores de castillos, los combates de tractores, los luchadores...
ResponderEliminarY es evidente que Palahniuk tiene mucho de vasco. Basta con reparar en el nombre de su patria chica: Hor egon.
Modelos de interacción femeninos...no los sé. Tal vez por eso me siento tan sola. Son más fáciles los masculinos. Los femeninos tiene más vueltas que una calecita.
ResponderEliminarSalú!
Desde que leí "asfixia" estoy enganchado a sus novelas. Ya sé que no son el paradigma de la belleza, que los giros argumentales son excesivamente bruscos y que sus frases repetidas a modo de estribillo recuerdan más a la letra de una canción pop que a un relato...
ResponderEliminarPero es Palahniuk: cada frase que escribe, cada palabra, está ahí por algo. Nunca un autor había conseguido que me pusiera a hacer anotaciones en los márgenes de un libro hasta convertir el espacio en blanco de la hoja en mina de lápiz.
Hay muchísimas cosas en las que no estoy de acuerdo con Palahniuk, pero tiene algo... quizá sea esa capacidad de "despertar" a la gente adormecida. Para adorarle o para odiarle.
Por cierto, ¿alguién ha leído "Monstruos invisibles"? Esa novela sí que es una locura. Me encanta xD.
P.D. Lo siento por la parrafada que he soltado, pero esto es lo que pasa cuando Eresfea toca temas tan sensibles como el del gran Chuck.
Un abrazo!
"Soledad, ya no quiero
ResponderEliminarque sigas
mintiendo por la boca de los libros.
Llega el joven poeta tenebroso
y para seducir
así a la soñolienta señorita
se busca mármol negro y te levanta
una pequeña estatua
que olvidará en la mañana de su matrimonio.
(...)
No es verdad
la soledad creadora".
Y algo más dice Neruda (seguramente odiado por ti)en su Oda a la soledad.
Ah, a ver cuándo sale ese picadito.
Los modelos de interacción femeninos pueden cambiar mucho si estás lejos de casa y no tienes con quién "interaccionar":
ResponderEliminarA falta de pimientos y croquetas de la mami alrededor de una mesa de cocina en Pamplona buenos son los siguientes parches "torradines":
La peluquería, el corte cuanto más corto mejor.
Comprar ropa, no importa que no te entre... la compras de una talla menos porque crees que vas a bajar la celulitis, el culete o culón (depende del estado de tu autoestima)
un paquete de palomitas de gusanito grande marca "Los Navarros" (son las mejores entre los chinos de mi barrio), dos donuts de chocolate, mientras ves capítulos de "Doctor en Alaska" sin parar.
Una ronda nocturna por el tapeo murciano ("Pero neeena, ¿no te acabas de meter entre pecho y "esparda" dos donús": tostá con queso y sobrasada, un simulacro (carne picada con mucha salsa picante), otra tostá de roquefó...
Y cuando Jm ve que no sirve para aguantar la melancolía de la susodicha la mete en un bilmanbús a traición y la manda lejos...
¡Qué ganas de interactuar más, femeninamente hablando!
Besos
Efectivamente, Preso Crático, Neruda no es uno de mis héroes.
ResponderEliminarEl teléfono, la cocina, las guerras de almohadas en pijama, las caminatas por la rambla moviendo los brazos como si corrieran... Ahh!! Mirar películas "románticas" comiendo helado y llorar por estar "gordas"...¿entre otros?
ResponderEliminarPD: No se amarguen. Todo va a estar bien...
Estamos con una de las primaveras más lluviosas de los últimos años, así que supongo que habrán salido muchas setas de primavera.
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