Muy bien hecha, aunque yo no la enfrentaría con niños ni con el estómago vacío.
¡Bien por Ratatouille!:
-cuando en la historia hay sólo ratas;
-cuando alguien persigue a las ratas;
-cuando Lingüini -el intento de doble pelirrojo y flexible del gran director de cine Víctor Iriarte…- fraterniza con la rata protagonista azul;
-cuando se condensan o aceleran las historias, por ejemplo en los perfiles de los distintos cocineros del restaurante.
Muy flojo en Ratatouille:
-Que me riera (sí, ahí me reí) con la rata musculosa que machaca una chuleta como un boxeador un saco de arena, o con que la misma rata saque el bíceps al final de la película… En fin, que eso me hiciera más gracia que los supuestos momentos cómicos de la película.
-Nunca me convenció ver a los humanos y las ratas compartiendo planos de amistad. El realismo de las imágenes, cuando ratas y humanos se relacionan, no estimuló mi imaginación. El detallismo, paradójicamente, acentuó mi incredulidad y me obligó a un esfuerzo inadecuado para una película de dibujos animados.
Sí. Dibujos animados eran los de antes. Dibujos animados es cinco horas de un gato correteando a un ratón. No hay mucho más.
ResponderEliminar¡Ah...! ¡La Pantera Rosa!
ResponderEliminarEl último guión valdría para un ensayo tipo "Problemas de adaptación entre ratas y humanos: análisis de una lógica fatalmente alterada en los dibujos animados". Si quieres, te hago un prólogo apocalíptico.
ResponderEliminarAbrazo.
o sino "asociacion entre ratas y tortugas mutantes por el bien de la humanidad, que pelean contra el rey de las ratas comunes"
ResponderEliminarperdon, si no...
ResponderEliminarA mí eso de que el protagonista sea un roedor me aleja del cine.
ResponderEliminar¿Doble pelirrojo? ¿Y de nombre Lingüini? Pues igual me paso un día de estos a ver la peli.
ResponderEliminarPor cierto, hoy he visto una rata en el garaje donde aparco el coche. Y ayer, mientras veía una peli de Kaurismäki en el DVD de casa, anoté en mi cuaderno el nombre de un veneno raticida finlandés: Rakumin.
Más. Ander Izagirre me regaló hace unos años un cepo para ratones de una empresa llamada "Víctor". Creo que lo compró durante un viaje a Estados Unidos. El cepo lo tengo puesto en una balda de la biblioteca de casa, junto a las ediciones raras de Walser y el volumen de cuentos incompletos de Felisberto Hernández que publicó Siruela hace años.
Y a mí el queso me encanta.
Todo encaja, todo encaja... ¡Y luego dirán que hacen ficción!
ResponderEliminarpues a mi me encanto
ResponderEliminarOlatz, el raro soy yo. A todas las personas que conozco (que la han visto) les ha gustado.
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