El domingo,
María,
Lurdes,
Patxi y yo ascendimos a Mandoegi (1.046) desde Arano (640 aprox.) Un paseo amable para los cuatro, no para
Imanol Aquiles (retirado con dolores en el tendón del talón).
Dicho esto, recomiendo la taberna del Ayuntamiento de Arano (tel. 948514279, cierran los lunes), donde, por ejemplo, los pinchos de chorizo cocido son triples y los de morcilla merecen el prefijo mega.
Arano era nuestro pequeño Alpe d'Huez, cuántos piques en los entrenamientos... Hasta el cruce, terreno de tanteo y desgaste. Nadie se atrevía a atacar todavía. Desde el cruce, últimos tres kilómetros, a muerte. Yo tenía una curva favorita para el demarraje-je-je, una herradura a derechas. Y qué repechón final, qué ahogos. Pero, claro, tanto deporte saludable y nunca paramos en el bar. Primer propósito para el año nuevo: hacer esa excursión al Mandoegi sólo para volver al bar a por los chorizos y las morcillas.
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