Un paseante sesentón camina con un caniche mestizo por el arcén de la N006, en Pieros, rumbo a Cacabelos. Avanza cuesta abajo, abrigado en una mañana con claroscuros en el cielo y nubes bajas.
Se detiene. Me detiene. Me pregunta:
-¿Y cuánto habrá de aquí a Santiago?
-No sé, unos 190 km.
-Yo tengo familia en Santiago. Y voy cada dos semanas… Para que funcione bien la batería del coche –él.
-Claro, claro... –yo.
Todo encaja.
ResponderEliminarDicen que basta media hora en marcha para que la batería se recargue. Échale 40 o 50 kilómetros. Lo bueno es todo lo demás que el hombre recarga en los restantes 330 o 340 kilómetros del viaje de ida y vuelta.
ResponderEliminarSi el hombre iba cada 2 semanas a Santiago, ¿No debería saber cuántos kilómetros hay?
ResponderEliminarSalú!
P.D.: No sé si me atrevo, capaz hasta vuelvo con más fuerza...
Publi, Publi, la lógica te va a matar. Un abrazo.
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