El 5 de enero, al mediodía, llueve con fuerza, y camino rápido. Salgo antes del amanecer de Portomarín, me detengo en Gonzar para beber agua. He pasado por Ventas de Narón y Lameiros, y ahora estoy a punto de dejar atrás Ligonde. Sé que en la siguiente aldea, Eirexe, hay bar; o sea: una opción de café. Me acelero.
Entonces me encuentro con la matanza y recuerdo el aviso pintado para Pepe (“Cuídate del mal del marrano”).
-Buenos días, ¿me dejan que les saque una foto?
-Sí, sí…
Los paisanos están muy alegres. Y yo también, tan contento.
Un gran detalle: el cerdo degollado y el señor de la derecha con el cuello tapado, como por prevención.
ResponderEliminarYo creo que no sería capaz de ver una matanza en directo, al menos desde cerca y bien detallada. Glup.
Es mejor saber de dónde viene el Lacón.
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