Llega a casa con ganas de fastidiar, entra en la cocina con ojos examinadores, no responde a los saludos, mira el frutero.
-Uno, dos, tres…-cuenta-. ¡Tanto plátano! -exclama como si la cantidad de plátanos fuera algo terrible-. ¡Diez plátanooooos…!
Siempre hay algún banana que protesta por protestar.
P.D.: Me gusta cuando alguien dice en Uruguay: "No seas banana". Me gusta tanto como cuando llaman a alguien "salame", "nabo" o "manzanita".
La banana es un excelente recurso para que un personajes se resbale.
ResponderEliminarLa palabra plátano no se queda tan atrás.
Ayer vi Machuca. Excelente filme. Me gustó, sobre todo, porque no hubo nadie que no dijera "huevón".
ResponderEliminarBanana, salame o zapallo, faltó ese, zapallo. Eileen
ResponderEliminar"Pera", "cereza", "gordo Tico-Tico" (que eran unas canicas de cereal que vendían hace años).
ResponderEliminarBanana. Banana. Banana. Banana.
ResponderEliminarFiambre, en la jerga fúnebre: muerto, o lo que queda de lo que una vez tuvo vida. A mí me gusta cuando te insultan diciendo "zapato". Eres un zapato, sólido.
ResponderEliminarMi preferida es "No seas paloma". Saludos. Mariel
ResponderEliminar¡Qué bobada!
ResponderEliminarJajaja. Me parece que J. no acaba de entender la expresión ;)
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