Ayer leí De eso se trata, de Juan Villoro (Anagrama, 2008). Es un libro de ensayos brillante, con visitas literarias: Shakespeare y Bloom; El Quijote; Hemingway; Chéjov; Onetti… Pensaba escribir una crítica con unos 1.400 caracteres, pero (perdona, Sonsoles) sería una lástima y prefiero dedicarme a reducir cabezas como un jíbaro, y anoto algunas citas del libro. Villoro es un artista en el manejo de la cita:
“De acuerdo con Hemingway, la literatura norteamericana comienza cuando Mark Twain escribe: ‘Es hora de irnos a aquellas tierras.’ Una invitación al viaje.”
-¡La frontera! ¡La frontera! Me encantó. Me recuerda la frase que traía García Noblejas como la más repetida del cine: “¡Vámonos de aquí!”.
“Cuando a Barry Gifford le preguntaron acerca de la evidente influencia de En el camino, de Jack Keruac, en su obra Corazón salvaje, respondió que todas las road novels provenían del Quijote.”
-Esta cita se la dedico a Antonio M., mi amigo.
“A propósito de Poe escribe Piglia: ‘En Dupin, en la figura nueva del detective privado, aparece condensada y ficcionalizada la historia del paso del hombre de letras al intelectual comprometido. (…) Para decirlo mejor, el detective plantea la tensión y el pasaje entre el hombre de letras y el hombre de acción.’”
-Entonces… ¿Hubo intelectuales comprometidos al margen del marxismo?
“‘El hombre acorralado se vuelve elocuente’, afirma George Steiner.”
-Me encanta la cita, pero yo enmudezco cuando estoy acorralado, aprieto las mandíbulas y me siento más próximo a Hulk que a Steiner. La ira.
“Al respecto apunta Savater: “Quien no crea en su propia libertad no puede perder el tiempo escribiendo memorias, porque nadie se cuenta a sí mismo su propia vida como un proceso mecánico ni debe engañar a los demás relatándola como un cúmulo de fatalidades. Para comenzar a narrar su vida, Casanova debe creerse libre; en un sentido muy semejante, Sartre señaló que estamos condenados a la libertad; sin libertad, no hay género autobiográfico… Éste es un respetable argumento literario a favor del libre albedrío.”
-A esto en mi pueblo lo llaman “marear la perdiz”. No es por fastidiar, pero leo y pienso en esos cocineros que se limitan a colocar una guinda sobre la tarta comprada en la pastelería. Que alguien lea a Gusdorf (“Condiciones y límites de la autobiografía”, de 1948). Que alguien me diga dónde y cuándo empieza el género autobiográfico.
P.D.: Cangrejo señal en el Irati.
Empieza cuando te decides a ser escritor, termina cuando te mueres.
ResponderEliminarPara mí comenzaron con las recetas de cocina: mi teoría se basa en que la gente empezó a cocinar con lo que tenía a mano y que le parecía gustoso, y le añadió sazón a su gusto, y lo dejó en el punto de cocción que deseaba y le puso el nombre que le apetecía. Eso es autobiografía.
ResponderEliminarAcabo de coger en la biblioteca "El testigo". A ver Villorio. A ver.
ResponderEliminarSabelo: Scarlett Johansson será la co-conductora del concierto del Premio Nobel de la Paz 2008!!! habrá que nominarte!!!
ResponderEliminarSiento un arrebato pacifista, anónimo.
ResponderEliminar