El sábado 17 de marzo organizamos una expedición para niños con edades comprendidas desde los 8 hasta los... en fin, digamos que menos de 50. El objetivo: Troskaeta (cueva) y Araztortzekogaña (cima). Juntamos las tropas en el barrio de San Martín, en Ataun, y desde allí fuimos motorizados en dos coches hasta el collado de Aralegi (617), donde muere la carretera y arranca la pista hacia Enirio. Es la ruta más cómoda de acceso a la cueva, porque tiene poco desnivel y porque la subida por el cementerio de Ataun se ha convertido en un fangal en tiempo de talas y entresacas
Y allí fuimos, como se suele decir, tan campantes por los campos: Asun, Imanol, Carlos y Miguel y Lucía, Sergio y Asier, y yo.
Sergio ya ha escrito la crónica; así que aquí reúno algunas imágenes (haced clic sobre ellas si queréis que crezcan) y sus notas.
1. En marcha por la ladera norte de Arastorzekogaña. (Fotografía de
Sergio).
2. La boca de entrada a Troskaeta.
3. Padre e hijo marcados por el signo de la victoria en la escala metálica. (Fotografía de
Asun)
4. La mirada se orienta con la linterna de CSI y
Sergio demuestra su manejo del
"Potochop". Es cierto que
Imanol (el autor de la fotografía) estuvo, no que exista esa pintada de
humo.
5. La escala vista desde arriba.
6. El
batfotógrafo en acción.
7. Aprovechando (que es gerundio) la cuerda fija instalada en la cueva. Descendedor en descenso...: qué útil la cuerda para controlar patinajes. (Fotografía de
Sergio).
8. Dos niños avanzan por un túnel cómodo, ¡vamos por la cuevita, tralarilarita!
9. ¡Oh...! ¡Cuántos aragonitos! Y qué pendiente... (Fotografía de
Imanol).
10. Aragonito (de Aragón y pequeñito, decía el viejo chiste).
11.
Contemplamiento (contemplación de aragonitos y estiramiento de abductores).
12. En el lago final, se ve con claridad la línea que marca el nivel normal del agua. Año seco, seco, seco (para leer cantando con música de Carrascal, Carrascal, qué bonita serenata).
13. Cuando el almuerzo se convirtió, casi, en merienda. Esperabamos que la exploración de Troskaeta nos ocupara una hora, pero con las revueltas, hallazgos, búsquedas, tensiones, emociones..., pasamos casi tres horas. (Fotografía de Sergio)
14. De nuevo en Aralegi. No habíamos subido a Araztortzekogaña (813), una retirada en la carrera de los ochomiles (en decímetros) que exige reparación, ¡por nuestro honor montañero! En cualquier caso, allí olía a...¡victoria! (Fotografía ¡sin manos! de
Sergio).