miércoles, enero 29, 2014

Leizadi (948), Agaotz (974) y Sastarri (995)

Boca izquierda, Leizadi 1; boca derecha Leizadi 2. Fotografía de Ángel.
La ventana meteorológica del domingo 26 de enero nos dio tiempo para una escapada de confirmación y reconocimiento. Todo en orden en las cimas de Leizadi, un bonito cresterío calizo con hayas y vistas abiertas; la cumbre de vacas de Agaotz; y la cima de Sastarri, por la que siento una atracción inexplicable. A  este trío de casi miles añadimos algo de investigación espeleológica. El artículo "El Urgoniano Sur de la Sierra de Aralar" de los señores Francisco Etxeberria y Juan José Astigarraga, publicado en Munibe, me había levantado la perdiz, e Imanol E. le había metido dos tiros la semana pasada y había encontrado rastros viejos de oso y nuevos de tejón.
Poseídos por ese espíritu cazador, Pilar, Ángel, Patxi y yo almorzamos jabalí, cabeza de jabalí (y chorizo, quesos, pan, chocolate, mandarinas, café y hasta unas cervezas de alta graduación).

Queda, pues, diseñada una excursión para niños con salida desde Urkillaga o más arriba, aprovechando la pista que sube hasta Lareo.

Botas bicolores en la cima de Leizadi.
Empeñados en Sastarri, fotografía de Ángel.

jueves, enero 23, 2014

Peña Rekarte (652), Muganix (758), Txurrumurru (821): Guipúzcoa pirenaica

Destrepe previo a la ascensión de Txurrumurru.
Apelo a la autoridad del señor Miguel Angulo (Pirineos I) para escribir "Guipúzcoa pirenaica" en el título de esta entrada, y también a la emoción renovada de la subida desde Arditurri pasando por la peña Rekarte para llegar a la peña más afilada (pero no la más alta): Txurrumurru.
Fuimos Asun, Lourdes, Pilar, Angel, Imanol C., Patxi y yo a Peñas de Aya; fue el sábado 18 de enero.

Llegada a Rekarte, primer buzón de la jornada.
Bajadita reconcentrada de Rekarte.
De Rekarte a Muganix (guipuzcoano, no galo): lo que queda de un camino en trance de desaparición. Fotografía de Pilar.
Cresteo.
Cima de Txurrumurru.
P.D.: Almuerzo con Gran Feudo, Tripel Karmeliet (botellón), Kasteel Rouge (botellón), Gulden Draak (botellón), Rochefort 10 (botellines), cabeza de jabalí, queso, jamón serrano, chorizo de la tierra (cayó a tierra un par de veces y se consustanció con ella), rillettes d'oie, repostería de caracolas y canutillos; chocolates y café. Hala.
P.D.2: No bebimos agua de fuentes y manantiales.
D.D.3: Bajamos, al menos, tan contentos como subimos.

miércoles, enero 22, 2014

San Sebastián (2014)

Fotografía de Imanol E.
20 de enero de 2014. Anunciaron lluvia, y llovió.

lunes, enero 20, 2014

Izu (830), de camino por Artikutza

Por el camino de la cabecera del Urdallue.
A punto de coronar Izu.
Simplificando: Izu son tres letras, o una cima de 830 metros sobre el nivel del mar. Así que nunca fue tan claro como el domingo 12 de enero que lo importante no era cosa de letras, cima o altura, sino de camino.
El camino partió de Eskas para bajar por la vía balizada al poblado de Artikutza (trago de agua y rellenado de cantimploras), siguió por pista adentrándose por el valle de Elama (lo confieso: yo ponía un ojito en las truchas del arroyo). En Goizarin, junto a los muros de la vieja ferrería, ya habíamos cumplido dos horas de marcha veloz. Tras un picoteo (no llegó a la categoría de almuerzo), remontamos hacia el nordeste (la izquierda), hacia la ferrería de Elama. Allí buscábamos el mejor camino posible para salir al collado de Beltzuntza y descubrimos por sorpresa una senda recientemente construida en perfecto zigzag que remonta sin demasiado esfuerzo un notable desnivel.
En el collado cumplimos con un almuerzo austero: pan, chorizo, Alkorta (tinto, no remero de reality) chocolate y café. Bajamos hacia la cabecera del Urdallue: por senda primero y después al hilo de una alambrada. Allí descubrimos un camino precioso que serpentea por hayedo en los dos últimos ramales del Urdallue.
Remontamos un poco hasta la borda Matxepe y, de nuevo por senda balizada, apartamos de nosotros el cáliz de Baraxar (para alguien fue un argumento de valor el hecho de que no tuviera buzón) y subimos a Izu. Desde allí seguimos un camino ya clásico de andadas artikutzeras: Pagolleta, Bidangoa, Eskas.
Asun, Pilar, Patxi y yo apuramos la luz. A las seis menos cuarto llegábamos al coche.

jueves, enero 16, 2014

Irumugarrieta de Aralar (1.430)

Tramo de la vieja senda (perdida en la pradera) de salida al collado de Beldarri.
Ante Oakorri, Artubi y Balerdi, antes de salir al collado de Beldarri.
Asomo a la sima de Elkomuts o Elekomuts, cercana al collado Baratzail.
Ángel, Imanol C. y yo subimos a Irumugarrieta el sábado 11 de enero desde la parta alta de Gaintza, por la ruta tradicional de Elkomuts hasta alcanzar el último tramo de hayedo. Allí tomamos la pradera empinada hacia el este, y cambiamos de bosque para salir al collado de Beldarri. Juan Mari Ansa lo explica mejor que nadie en Malloak. Dos horas y cuarto, y una sudada memorable.
El vértice geodésico de Irumugarrieta un sábado con buen tiempo tiene algo de centro social, habían venido desde Lizarrusti y desde Guardetxe (aunque Guardetxe ya no existe). El buzón de la seta ya ha desaparecido (¿será porque no es tiempo de setas?), el otro está desmontado y reposa sobre la plataforma del vértice geodésico.
Nos refugiamos al sol, junto a un nevero cercano a la sima de Elkomuts, y almorzamos con el sentido del gusto agudizado. Queso, jamón, el pan de masa madre de Ezeiza (Tolosa); la triple de Val Dieu que nos supo..., divina, las Imperial Stout de Emelisse, ah... Ahí ya estábamos en fase de vocalización de emociones.
Bajamos en una hora y veinte, a ese ritmo desusado que antaño se conocía en Navarra como trote cuto.

P.D.: Pincho de tortilla de patata en el Ostatu de Betelu.

lunes, enero 13, 2014

Sí a la depresión (Degurixa, 896)

Degurixa. Fotografía de Pilar.
La montaña tiene guías con manías. Unos te llevan a coronar cimas a pesar de su militancia republicana; otros a explorar cuevas y a recitar espeleotemas; otros tienden a la divisiones separatistas (ahí esos que miran el suelo, aquí los que recolectan setas); abundan los mirones de piedras desplazadas (dólmenes, menhires, crómlechs...); piedras desplazadas con suelos consagrados (ermitas), piedras desplazadas, cementadas y guiadas con precisión en el nivel: acueductos y canales...
Cuando Patxi propuso la depresión como meta... Asun, Isabel, Pilar, Susana, Ángel, Imanol C. y yo lo dejamos casi todo y le seguimos a Degurixa.
Fue el domingo 5 de enero. Dejamos los coches en Mendiola (Aretxabaleta) y Patxi ofreció en primer lugar un curso de orientación sobre asfalto y cemento, asociado con una guía nativa (Arrate). Siempre es complicado conducir un reba..., digo, a un grupo humano numeroso. Llegamos a la cabecera de Urkulu y subimos por la senda encajonada junto al cauce del Arbe, por una preciosa ascensión balizada con pinturas vaticanas (blanco y amarillo). Avanzamos después ante el perfil cercano del Andarto, quizá para reforzar nuestro espíritu de renuncia: ¿lo ves?, ¿ves la cima?; pues no lo subes, ¡hala! (¿Una sabia decisión para evitar el cansancio que provoca añadir un tobogán a la marcha?, ¿influiría que algunos montañeros, incluido el guía, ya habían subido Andarto?). Hubo cueva a modo de refugio para el almuerzo; una cima de propinol, Arlutz (1.129); un paseo con vistas a Orixol, Anboto, Udalaitx...; y un descenso vertiginoso a Mendiola aprovechando unos caminos recién habilitados con barro por vacas extremadamente hábiles como habilitadoras de barro con sustancia. Y hubo hasta un abrevadero para limpiar las botas y devolver la jugada turbia a las vacas.
La perfección de la depresión (podéis llamarla poljé).
Volveremos.

viernes, enero 03, 2014

¿Cuál es la cruz del Erlo?

Como no podemos culpar al chachachá (que tú me invitaste a bailar), culparemos y acusaremos al foie con trufa, al Luis Cañas (tinto), a la Imperial Stout (cerveza)... Pero lo cierto es que el 26 de diciembre de 2013, tras subir desde la ladera de Zestoa a Erlo (1.026), la charla del almuerzo entre Pilar, Patxi y yo versaba... (Je, basta decir "versaba" para que abandonen los lectores).
Discutíamos algo que Patxi concluyó más o menos así: una fotografía aislada no muestra la realidad, ni siquiera una secuencia de fotografías lo consigue. 
Ahí tenéis un puñado de fotografías ¿inútiles? de la cruz de Erlo ese día. Soplaba un viento tan fuerte..., alguno (¿tarifeño?) pensará que enloquecedor.

Erlo.

Erlo.
Erlo.
Erlo.
Erlo.