lunes, abril 28, 2014

Jueves Santo en Costalera (1.233)

Últimos pasos en Costalera.

Esplendor "costalero": Vista de Costalera desde Costalera Occidental.
El Jueves Santo y 17 de abril, Isabel, Pilar, Patxi y yo nos acercamos a Santa Cruz de Campezo (Álava). Desde allí, poco antes del santuario de Ibernalo, en el parque, dejamos el coche y subimos por el barranco de La Virgen, balizado como GR1 hasta el cruce que nos animaba a seguir las pinturas blanquirrojas hacia el este, por la senda de La Dormida. Seguimos en dirección sur sudeste, orientados por el valle de Nazar en un tramo sin pinturas, pero con hitos, hasta retomar el balizado de la GR y alcanzar el collado de Nazar.
Desde el puerto, hacia el este, remontamos por la muga entre Álava y Navarra, los hitos al principio están medio ahogados por el boj y para ver las pinturas rojas difuminadas hay que tener buen ojo. Se progresa hasta Costalera Occidental (1.228), desde la que se ve el objetivo provocador: Costalera. Se descienden más de cincuenta metros entretenidos para alcanzar la base de la peña Costalera, que se rodea por el norte y se termina en un acceso por el sur.
(En la cima almorzamos con gran aprovechamiento).

Inicio de la bajada de Costalera.
En el descenso, en la bifurcación cercana a la cima (en cuanto se retoma la orientación norte nordeste) tomamos una senda marcada con pinturas rojas e hitos. La seguimos hasta la Fuente Alta (manantial con caño). Allí la opción era continuar bajando hasta la fuente Los Tejos (y enlazar con la GR1 en La Dormida) o seguir los inspiradores hitos que remontaban poco a poco hacia el oeste.
Nos pudo la "inspiración". El ascenso se empinó y alcanzamos la parte alta del barranco norte intermedio entre Costaleras. La ruta, preciosa, agreste, sortea un barranco con precipicios y nos puso en la base de Costalera Occidental. Volvimos al collado de Nazar y descendimos, por el camino balizado que sale al nordeste poco antes del promontorio de La Cogolla y baja por La Senda Tortura (el nombre es exagerado). En El Miradero (816), donde las hayas ceden de golpe el lugar al encinar plagado de madroños, se enlaza con la GR1 y por ese descenso tendido volvimos como pistards al cruce del barranco de Ibernalo, a la fuente del parque de Ibernalo, al coche.

P.D.: Gracias, Mòmo.

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