Una vez Eresfea estuvo matriculado en la facultad de Ciencias Químicas. De aquel tiempo guarda su educación en el mus y el tute, varios amigos, cosas que un caballero no cuenta en un blog, la memoria de las chicas vestidas con calentadores y zapatillas de bailarina, y una peculiar tabla periódica de los elementos.
Hoy, Lucía (que no estuvo en Químicas, pero que conoce el Infierno) me envía esa misma tabla. Y viajo en el tiempo. Siempre preferí los alcalinos y alcalinotérreos: ese Mac Nesio, ese Rubidio... y qué decir del Putasio.
P.D.: Hay que perdonar la tilde que no puedo colocar en el título y hacer clic sobre la imagen, el tamaño obliga.
¿Qué son los calentadores? ¿Unos duendecillos con antorchas que te andan por las partes del cuerpo/casa que necesita calefaccionar?
ResponderEliminarSiempre dije que el mejor lugar para buscar nombres para ponerle a los hijos es la Tabla Periódica de los Elementos.
Tú eres posterior a Fama, presocrático. Dedicaré un comentario algún día de estos a los calentadores...
ResponderEliminarLa Tabla. La recuerdo entera. Ocupa muchos kb. Intento borrarla, acordarme de otras cosas más interesantes a las que no deja hueco.
ResponderEliminarRecordar, por ejemplo: "Vestidas con calentadores y zapatillas de bailarina".
Las veo.
Leches! esa tabla se publicó en el prestigioso vinil(l)o?? me suena algo...
ResponderEliminarOtra cosa, del sidrinio que me dices, se embotella ya. Te cojo alguna? no he preguntado a cuánto está pero supongo que sobre 1.20 o así. Ya te las guardo hasta tu vuelta. Espero respuesta.
Sí..., creo que la Tabla iba de regalo especial en el número cero (y único) de aquella incomprendida revista cultural.
ResponderEliminarSi la sidra tiene la calidad del año pasado, te encargo 50 botellas. ¿La has probado ya?
Espero ansioso.
Mira, mira Talio como "Zaca". Surreal Patato.
ResponderEliminarQuímica, siempre me gustó armar modelos de isotótopos de de Carbono (o algo así, ya ni me acuerdo el nombre). Eran muchas pelotitas (supuestamente, átomos) y las teníamos que unir y hacer distintas cosas. Creo que es de lo poco que me acuerdo.
ResponderEliminarEresfea ya tienes tu post para aplacar la ansiedad.
Salú!
Este año viene también muy buena (a decir verdad nunca me ha decepcionado la que he comprado en Setién). Te cojo 50.
ResponderEliminar¡Ah! Ese pasado misterioso tuyo. Nunca me atreví a preguntarte en la Uni qué hacías tan mayor estudiando Periodismo y arrasando. De la tabla periódica al periódico: no está mal el paso.
ResponderEliminarYo siempre pensé que esta tabla sólo exixtía para amargarme la vida. ¿Para qué sirve realmente?
ResponderEliminarCalentadores. Luego podrías hablar del término "sudadera". Puagh.
ResponderEliminar(Aquel capítulo de Los Simpson en los que las escuelas, por falta de presupuesto, aceptaban el patrocinio de Oscar Mayer. Estudiaban la tabla periódica: "Veamos, quién me dice el peso atómico del salchichonio". "¡Delicioso!". "Correcto, también habría valido riconudo").
La palabra arrastró a Eresfea: "Feldespato". El peso fonético de un mineral y, así, por eso, ciencias.
ResponderEliminarUn granhito en la memoria:
ResponderEliminarcuarzomicafeldespato.
Me he acordado del mismo capítulo de Los Simpson, Ander.
ResponderEliminar¿Feldespato? Vale, vale, no tiene nada que ver pero prefiero rododendro.
Ah, Peter, estuve en el lado oscuro de las ciencias exactas. Las fuerzas de choque nos dedicábamos al billar y a los naipes.
ResponderEliminarAh, de aquellos tiempos puedo contar: "He visto a un hombre mojar metódicamente el dónut en kas naranja (todos los días)".
¡Qué divertido! Ay, si me hubiese topado con esta maravilla antes.
ResponderEliminarNunca me gustó la Química. Sin embargo la Física...me movió el mundo!
ResponderEliminar