Me siento ………………. (rellene los puntos con su sinónimo de mal).
De niño, para los sinónimos estaban el burro, el cerdo (y, fuera de las aulas, la mierda y la puta).
Burro, rucio, asno, jumento, pollino, borrico (seguid).
Cerdo, cochino, marrano, puerco, chancho, guarro (seguid).
Ahora estoy rallado (como el queso), bajoneado (a una c de cajoneado), hecho mierda (la alquimia contemporánea que transmuta el ánimo en mierda), contracturado (dominio asociado a nuestra sociedad masajeada)…
La gran cuestión: No me quiere.
Resumen más habitual: Teníamos un problema de comunicación.
Proceso “Cuando me ha dicho o ha dicho X”: Yo he pensado Y, que no coincide con lo que he dicho (Z), y ante eso que yo he dicho (Z), me ha repetido X, que probablemente no coincide con lo que piensa, porque… Así, lo que se dice trata de poner en orden lo que no se piensa y lo que luego no se hace, o no se hizo antes, y…
El drama interior del ovillo para pensar algo de esto: en el fondo estoy solo, no me quiere, necesito que me quiera, no quiero, he vuelto a equivocarme, perdón. Y para decir cualquier cosa que no encaje con ese pensamiento o para hacer algo que no corresponderá con lo pensado ni con lo dicho.
Algunos haceres posteriores: deporte (él, musculación, como rata en la rueda; ella, spinning, yoga o algún baile), drogas (las que te da el médico, el camello o el barman), hablar lo hablado (que ya no aceptaremos dentro de la categoría de acción), salir más, compras, cambio de imagen en la peluquería, dieta (para adelgazar), lectura de libro de autoayuda, visionado de película para llorar (recomiendo El ladrón de bicicletas [Italia, 1948])
Estoy motivado por Cesare Pavese. Leo La literatura norteamericana y otros ensayos (Lumen, 2008). En el prólogo de Italo Calvino hay una cita de Giaime Pintor, amigo de Pavese: “La última generación [Italia, 1941] no tiene tiempo para construir su drama interior: ha encontrado el drama exterior perfectamente construido.”
Pienso: la última generación [Occidente, hoy] tiene todo el tiempo para construir su drama interior (hasta con vistas al mar): ¿acaso no hay verdadero drama exterior?
miércoles, enero 28, 2009
Obras de misericordia corporales: Dar de comer al hambriento
lunes, enero 26, 2009
Mendaur, Mendieder, Ekaitza y Makilipurdi
Ayer, Asun, Pilar, Lourdes, Juanjo, Álvaro, Julen, Patxi y yo ascendimos, por este orden, Mendaur (1.131), Mendieder (1.070), Ekaitza (1.047) y Makilipurdi (890).
Subimos por Aurtiz, dejamos los coches a una buena distancia de la presa de Arrustaillegi, para calentar las piernas. Desde la presa, la ascensión a Mendaur se complicó un poco por lo resbaladizo de alguna placa de nieve helada. Luego, cuando la nieve afirmaba los pasos, sacudía el viento. En la cima del Mendaur nos refugiamos en la ermita de la Trinidad. Chorizo salmantino, jamón, queso, nueces… Álvaro tenía un día esforzado y peleó en la conquista del fuego de la chimenea.
Descendimos al collado de Buztitz, subimos Mendieder.
Nos animamos: “¿Y Ekaitza?”. Gran respuesta: “¿Por qué no?”.
Ekaitza entre nubes.
“¿Y Makilipurdi?”.
Makilipurdi también. Es una montaña menor, un espolón sobre Zubieta. En la senda del Ekaitza a Makilipurdi (Norte-Sur), vimos dos cruces de arenisca rosada, el hayedo precioso… Y esa roca final donde nos golpeó una nieve granizo. Es curioso que Makilipurdi, una especie de cucurucho rocoso a la vista desde todos los lados, tenga arriba una mesetilla herbosa y sin buzón.
Regresamos a los coches por el camino de Caperucita (el más largo, por la pista de Arrustaillegi). Dejamos para otro día el camino del lobo (el corto) por Mutilondo y Zinalki.
Algunas montañas ya no tienen casi montañeros. El entorno de Mendaur es un caso paradigmático, un emblema de otro tiempo relegado hoy a un plano secundario. La gente se guía con pinturas y, sobre todo, con las guías, mapas y revistas; la ambición apunta a los tresmiles pirenaicos (y de ahí, secretamente, a los Alpes, a los Andes y al Himalaya...). Y quedan relegadas las montañas de mil y pico metros, nuestra escuela tradicional de montaña.
P.D.: Haced clic en las imágenes, los rostros dicen mucho.
Subimos por Aurtiz, dejamos los coches a una buena distancia de la presa de Arrustaillegi, para calentar las piernas. Desde la presa, la ascensión a Mendaur se complicó un poco por lo resbaladizo de alguna placa de nieve helada. Luego, cuando la nieve afirmaba los pasos, sacudía el viento. En la cima del Mendaur nos refugiamos en la ermita de la Trinidad. Chorizo salmantino, jamón, queso, nueces… Álvaro tenía un día esforzado y peleó en la conquista del fuego de la chimenea.
Descendimos al collado de Buztitz, subimos Mendieder.
Nos animamos: “¿Y Ekaitza?”. Gran respuesta: “¿Por qué no?”.
Ekaitza entre nubes.
“¿Y Makilipurdi?”.
Makilipurdi también. Es una montaña menor, un espolón sobre Zubieta. En la senda del Ekaitza a Makilipurdi (Norte-Sur), vimos dos cruces de arenisca rosada, el hayedo precioso… Y esa roca final donde nos golpeó una nieve granizo. Es curioso que Makilipurdi, una especie de cucurucho rocoso a la vista desde todos los lados, tenga arriba una mesetilla herbosa y sin buzón.
Regresamos a los coches por el camino de Caperucita (el más largo, por la pista de Arrustaillegi). Dejamos para otro día el camino del lobo (el corto) por Mutilondo y Zinalki.
Algunas montañas ya no tienen casi montañeros. El entorno de Mendaur es un caso paradigmático, un emblema de otro tiempo relegado hoy a un plano secundario. La gente se guía con pinturas y, sobre todo, con las guías, mapas y revistas; la ambición apunta a los tresmiles pirenaicos (y de ahí, secretamente, a los Alpes, a los Andes y al Himalaya...). Y quedan relegadas las montañas de mil y pico metros, nuestra escuela tradicional de montaña.
P.D.: Haced clic en las imágenes, los rostros dicen mucho.
viernes, enero 23, 2009
A vascos no nos gana nadie (I): A la sombra del roble
El roble, aritza, es nuestro árbol. ¿Quién reconoce un roble? ¿Quién reconoce un roble en invierno? ¿Cuántos tipos de roble hay? ¿Hay un roble vasco y otro español? ¿Son las plantaciones de roble americano parte de la presencia yanqui en nuestro territorio?
El famoso árbol de Guernica, Gernikako arbola (con canción y todo, cuya letra publicó ABC con afecto a comienzos del siglo XX). Símbolo. Bien. Vasco, ¿has visto el dichoso árbol? ¿Es el mismo árbol que no vieron tus padres y abuelos?
Paso palabra.
¿Cuántos pueblos tienen un árbol como símbolo? Los libaneses, un cedro. ¿Cómo les va?
(No sirven el eucalipto australiano o la araucaria chilena, no significan los mismo para australianos y chilenos, respectivamente). ¡El drago canario! Tal vez, no sé… ¿De quién es el baobab?
Bastaba una flor, como el tulipán holandés, pero nos liamos con el árbol.
P.D.: La imagen está tomada de aquí.
El famoso árbol de Guernica, Gernikako arbola (con canción y todo, cuya letra publicó ABC con afecto a comienzos del siglo XX). Símbolo. Bien. Vasco, ¿has visto el dichoso árbol? ¿Es el mismo árbol que no vieron tus padres y abuelos?
Paso palabra.
¿Cuántos pueblos tienen un árbol como símbolo? Los libaneses, un cedro. ¿Cómo les va?
(No sirven el eucalipto australiano o la araucaria chilena, no significan los mismo para australianos y chilenos, respectivamente). ¡El drago canario! Tal vez, no sé… ¿De quién es el baobab?
Bastaba una flor, como el tulipán holandés, pero nos liamos con el árbol.
P.D.: La imagen está tomada de aquí.
miércoles, enero 21, 2009
Son las cosas del querer
Ella, española y blanca, y él, senegalés y negro, tuvieron un niño más negro que blanco (no sirve el gris). Él, papá, se fue. Voló. Ella, mamá, se quedó con el hijo. Pasaron tres años y ella encontró a otro hombre, español y blanco. Se casó y tuvo otro hijo. El mayor disgusto del segundo hijo con cuatro años era el color de su piel.
-Mamá, mamá, ¿por qué yo no soy negro como X? ¡Mamá, mamá, yo quiero ser negro como X!
P.D.: Es una historia real. La cuenta la abuela del niño, y toda la familia se divierte mucho, sin dobleces. No me he atrevido a improvisar un nombre para esa X.
P.D.2: Un comentarista anónimo me acusa de racista e hijo de puta (con mayúsculas). No me gustan los insultos en el blog, pero éste lo dejo pasar porque creo que no ha entendido nada del texto y así se desahoga y se queda tranquilo.
Demuestra, además, que no conoce a mi madre.
-Mamá, mamá, ¿por qué yo no soy negro como X? ¡Mamá, mamá, yo quiero ser negro como X!
P.D.: Es una historia real. La cuenta la abuela del niño, y toda la familia se divierte mucho, sin dobleces. No me he atrevido a improvisar un nombre para esa X.
P.D.2: Un comentarista anónimo me acusa de racista e hijo de puta (con mayúsculas). No me gustan los insultos en el blog, pero éste lo dejo pasar porque creo que no ha entendido nada del texto y así se desahoga y se queda tranquilo.
Demuestra, además, que no conoce a mi madre.
La tradición (y el cambio)
Ayer, San Sebastián.
El cambio fue ese adorno, una gominola de tiburón azul.
Los hijos de Iñaki reprocharon a su padre: "¿Y tú por qué no tienes?
El padre no les dijo que se retrasó un poco por ver/oír a Obama.
P.D.: La fotografía es de Imanol, tomada con su móvil/celular.
P.D.2: Fotografía de Amai, con derrame de luz.
lunes, enero 19, 2009
Gris
Christine, Lourdes, Imanol C., Patxi y yo llegamos a la Rinconada tras dos horas y media de marcha. Las nubes corrían por la cima del pico Anayet. Se acumulaban.
La nieve estaba muy blanda.
Almorzamos, bebimos tinto (Alkorta, 2004), aguardiente austriaco de albaricoques, caldo caliente.
Tomamos una decisión. Bajamos.
Los más pesados nos hundíamos en la nieve. Lourdes y Christine (peso pluma) se hundían menos. Pero el feógrafo estaba atento...
jueves, enero 15, 2009
El pegamento dental
No son sólo los estacionales desatascadores de narices (dices inhalador o vaporizador y suena fino) o la sutil rentrée televisiva de las sales de frutas por Navidad. Algo pasa cuando vemos con naturalidad anuncios/avisos en televisión de pegamento de dentaduras postizas. Tendrán su nicho me mercado, no lo dudo…
P.D.: Algo pasa cuando hay animaciones con cepillos de dientes. Los cepillos de dientes electrónicos (¿no será cepillos electrónicos de dientes?) también me ponen un poco nervioso.
P.D.: Algo pasa cuando hay animaciones con cepillos de dientes. Los cepillos de dientes electrónicos (¿no será cepillos electrónicos de dientes?) también me ponen un poco nervioso.
Llevado por la obsesión
La de los latinajos dobles de muchos animales (Pica pica, Vulpes vulpes, Buteo buteo o Pollicipes pollicipes), la de leer de libros, la de escribir con mala baba (bufidos), la de seguir pensando a rebufo de algunas lecturas, o la obsesión compartida de unos cuantos amigos que leen.
En fin, hay un blog con mi redoble favorito: Bufo bufo, o sea, Rebufo.
La fotografía es de un día de vacío y plenitud, en el Refugio de Plaza Mulas, base del Aconcagua. La fotografía es de Lucía, mi amiga.
P.D.: Eresfea continuará, "y se quedarán los pájaros cantando".
En fin, hay un blog con mi redoble favorito: Bufo bufo, o sea, Rebufo.
La fotografía es de un día de vacío y plenitud, en el Refugio de Plaza Mulas, base del Aconcagua. La fotografía es de Lucía, mi amiga.
P.D.: Eresfea continuará, "y se quedarán los pájaros cantando".
lunes, enero 12, 2009
La luz en San Donato
La luz luce en las tinieblas,
pero las tinieblas no la acogieron.
(Jn 1, 5)
Ayer, domingo, Susana, Pilar, Lourdes, Juanjo, Javier, Álvaro, Patxi y yo ascendimos a San Donato (también conocido como Beriáin, 1.492) desde Unanu. La salida estaba cubierta por una densa capa de nubes, pero ya en la fuente de Iturtxiki el cielo se veía despejado, y el mar de nubes a nuestros pies. Almorzamos en la renovada ermita refugio de San Donato, en la cumbre, y descendimos por el camino de Caperucita: collado de Leziza y descenso por la ladera sur, por una pista digna de esquí de fondo que cruza el hayedo.
De nuevo en Unanu, volvimos a la niebla cerrada. Allí no habían visto el sol. Fueron más de cinco horas y media de marcha luminosa.
P.D.: Clic, clic, clic, clic.
Penélope Cruz se encamina hacia el Oscar
No sé si a vosotros os ha pasado. Leo el periódico y en Cultura (sección) me dicen una y otra vez que Pe se encamina al Oscar. Veo la televisión y en los informativos me abruman: que Pe prepara su camino hacia el Oscar. Casi todo son reconocimientos y parabienes. Pe, Pe, Pe. Pe es/está tan buena que aceptamos hasta el anuncio/aviso de alargador de pestañas con pestañas falsas.
(Toda esta campaña no me saca de la cabeza aquella vieja fotografía donde, por exigencias del guión, Pe enseñaba axilas peludas).
He oído, incluso, que, en la ceremonia, el Oscar se lo daría el ex jugador de rugby que recibió el año pasado el Oscar al mejor secundario.
Y ahora resulta que no va en globo. O sea, que no gana el dichoso Globo anterior a los Oscar.
¡Bah! En realidad, lo que quiero es que los Oscar salgan del armario. Oscar para mejor actor. Oscar para la mejor actriz. ¿Quién imagina, por ejemplo, un Nobel para mujeres y otro para hombres? ¿La interpretación tiene género?
Un solo Oscar: mejor actr@z. Precisamente en el mundo del cine, ¿no les dará vergüenza esa clasificación sexista de los premios?
Pe, Oscar a mejor actr@z.
miércoles, enero 07, 2009
Achar de Alano
El 4 de enero Christine, Lourdes, Patxi y yo ascendimos el Achar de Alano. Fue hermoso.
Seguro que Christine y Lourdes fijaron algunas imágenes en su memoria.
Por ejemplo.
Patxi y yo, además, recordamos otras imágenes del entorno. Hace poco más de un año, cuando no sabíamos que al padre de Patxi le quedaban unos días de vida.
Yo. Del 31 de agosto, cuando subí con Lucía esta cima. Las subidas de las subidas.
Añado: sé que estas entradas montañeras son una castaña para la mayoría. Y quiero que sepáis que no me importa. Yo soy así, y esto ya no tiene remedio.
P.D.: Vimos hasta el conejito de Playboy (de nieve, sí)... Fijaos. Qué cosas.
sábado, enero 03, 2009
Clint Eastwood en Esquire
Las nuevas generaciones de jóvenes son bastante quejicas, no nos engañemos. Ahora la gente pregunta a los niños cosas del tipo “¿Cómo estás llevando las cosas desde un punto de vista psicológico?”. Antiguamente tan sólo apretabas el culo y tirabas hacia delante. Y si te tocaba las narices un chaval más grande que tú, le respondías y eso te permitía ganarte el respeto de los demás.
No puedo decirte cuando empezó todo esto de la “generación de los quejicas”, pero supongo que algo se torció cuando la gente empezó a preguntarse continuamente por el sentido de la vida.
Si hubiera tenido la disciplina necesaria, habría acabado siendo músico.
Una vez estaba frente a una enorme catarata en un glaciar de Finlandia. La gente se asomaba a una plataforma para verla y había un pequeño cable que te aconsejaba no pasar de ahí. Si lo pasas y te caes, es que eres estúpido y te lo mereces. En EEUU, el sitio habría estado protegido como si viniera un huracán, no vaya a ser que alguien se caiga y les demande un abogado. Es patético.
Todo esto de los piercings… Es que no lo pillo, ¿cuál es el objetivo? ¿Demostrar que pueden hacerlo y ya está?
La imagen está tomada de aquí.
No puedo decirte cuando empezó todo esto de la “generación de los quejicas”, pero supongo que algo se torció cuando la gente empezó a preguntarse continuamente por el sentido de la vida.
Si hubiera tenido la disciplina necesaria, habría acabado siendo músico.
Una vez estaba frente a una enorme catarata en un glaciar de Finlandia. La gente se asomaba a una plataforma para verla y había un pequeño cable que te aconsejaba no pasar de ahí. Si lo pasas y te caes, es que eres estúpido y te lo mereces. En EEUU, el sitio habría estado protegido como si viniera un huracán, no vaya a ser que alguien se caiga y les demande un abogado. Es patético.
Todo esto de los piercings… Es que no lo pillo, ¿cuál es el objetivo? ¿Demostrar que pueden hacerlo y ya está?
La imagen está tomada de aquí.