miércoles, abril 29, 2020

Mil dólares de ficción

Recuerdo a un escritor en potencia bloqueado con un relato. Su personaje necesitaba emigrar de Montevideo a Miami (sobraban las desgracias que empujaban al autor y a su personaje a tomar esa decisión) y el personaje no podía conseguir el dinero.
-Tiene que avanzar la trama -le decía yo.
-Pero no puede irse -me replicaba él, cabizbajo sobre el teclado.
Ya no era el personaje, sino el autor, cercado por su realidad, quien no encontraba cómo seguir.
-¿Cuánto necesita? -pregunté.
Él autor hizo un cálculo rápido (seguro que lo había calculado muchas veces, seguro que por lo bajo, apurando costes):
-1000 dólares.
Comprendí que el autor era tan pobre que le costaba imaginar 1000 dólares juntos. ¿Cómo iba a imaginarlos para su personaje acosado por las desgracias?
-¿Cómo va a conseguir los 1000? -pregunté.
-No lo sé.
-¡Yo se los doy! Vamos, escribe que yo se los doy.
"Aquellos 1000 dólares te salieron gratis", dirá alguien. "Así también presto yo".
También fueron un parche para salvar un ejercicio de escritura: permitieron viajar a un personaje, dieron media hora de respiro a un joven escritor.
Y mi primera aparición como personaje secundario de un relato (muy secundario y filántropo).

Esos 1000 dólares de ficción y el quemador de gas para la montaña han sido dos de mis tres inversiones más rentables, me sonrío ahora, en la primavera boreal, confinado en casa por una pandemia.

domingo, abril 12, 2020

Qué haría él ante el coronavirus

Si se siguen, con o sin mascarilla, las recomendaciones de los expertos
(como los disciplinados en sus rutinas, como los héroes que no abrazan, como los buenos ciudadanos que no dan la mano, como los hartos de escuchar cualquier concierto en el patio, como los enfermos sin estadística guardados en sus casas con paracetamol y paciencia, como los encerrados en los centros de internamiento para extranjeros, como los presos, como los muertos en soledad, como quienes no han podido ver a sus difuntos...)
el nuevo modelo de comportamiento social lo encarna Sheldon Cooper, el personaje ideal frente a la pandemia del coronavirus.
Es lo que hay.

viernes, abril 10, 2020

Árboles desde el balcón

Estamos confinados en casa desde hace semanas (casi cuatro) y miro los árboles desde el balcón.
Los negundos podados echan brotes en sus muñones leñosos podados con insistencia.
El árbol del amor, florido de rosa, con sus hojas acorazonadas, llama la atención en la mediana de la avenida. Están alineados alternativamente: ciruelos rojos (ya con sus frondas granates), árboles del amor y magnolias.
Ojalá fueran almendros, cerezos (de picota), higueras y castaños.