domingo, julio 24, 2011

Orgullo de padre

-Pues mi hijo habla perfectamente inglés.
-El mío sabe hacer nudos de anzuelo.
-No compares, con el inglés se puede mover mover por el mundo...
-Ya..., pero los nudos se los he enseñado yo.

En la niebla de Urbía

El domingo 10 de julio habíamos subido a Aitxuri (1.551), bajamos a Urbía y los fresnos nos guiaron en la niebla.

jueves, julio 14, 2011

Algas (3.024)

En la antecima de Algas.

Algas a 3.024 metros de altitud. No está mal para un titular engañoso... A Patxi y a mí nos sonaba la lluvia del amanecer del lunes 4 de julio, y nos seguía sonando a las ocho de la mañana, cuando decidimos ponernos las capas y subir desde el balneario de Panticosa. A partir de la majada Alta la lluvia arreció, la temperatura bajó y la cosa se complicaba en el collado de las Argualas, donde Patxi decidió dejar su sentido común.
Así, más ligeros y confiados, ascendimos por la cresta que enlaza Garmo con Algas. Poco a poco dejó de llover. Entre las nubes, teníamos imágenes difuminadas de los Infiernos y Tebarray. Fue una subida lenta por la lluvia (cuatro horas), y una bajada rápida (dos horas y cuarto), a pesar del lastre recuperado del sentido común.

Oroel (1.769)

Tormenta al amanecer en el balneario de Panticosa, visita a Jaca y opción de descarte: Oroel. Esa montaña que sirve de referencia en las aproximaciones por carretra a Jaca. Asun, Imanol E., Patxi y yo salimos del aparcamiento del Mirador. La ruta está frecuentada por caminantes y corredores. El calor se embolsa con la humedad en buena parte de la subida bajo los pinos. El camino avanza en zigzag y ha habido quien se ha molestado en numerar sobre piedras las curvas más cerradas. Nosotros sudamos y las contamos: 32. Los últimos cien metros de desnivel, aproximadamente, avanzan por la loma en dirección oeste, hacia la gran cruz de metal de la cima (1.769). El domingo 3 de julio los erizones (o escartines) amarilleaban en flor.

miércoles, julio 13, 2011

Lluvia en la piel

El día está lluvioso y salgo de casa con paraguas, pero parece que no llueve ahora. Extiendo el brazo con la palma de la mano hacia arriba (comprobación). Mi vecino, calvo, me mira. Él no extiende el brazo.

martes, julio 12, 2011

Telera (2.762) y Peña Parda (2.657)

Bordeando Peña Parda, hacia Telera.

Asun, Imanol E., Patxi y yo salimos el 2 de julio desde un poco más allá de Piedrafita (donde el parque faunístico de Lacuniacha). Deben de ser unos dos kilómetros de pista, perfecta para calentar antes de emprender la subida junto al arroyo del barranco que lleva al ibón de Piedrafita y luego se encabrona por la canal caliza de ascensión a Cabichirizas. La subida es exigente por las pedreras y se agradece que brote agua de un manantial en la zona de pastos colgados que hay en el primer tercio de la ascensión.
Desde Cabichirizas (2.360), la sensación de verticalidad se acentúa bordeando la Peña Parda por la seda del nordeste, una trepada poco exigente nos coloca en la rampa terminal de Telera.

Colgados (o colgacinco) en el acceso al tramo final de la normal de Telera. Fotografía de Asun.



Un empujón y, ¡upa!, ya estamos junto a un grupo de Ermua en la cima de Telera (2.762), todos apontocados contra el vértice geodésico. Allí almorzamos y disfrutamos de las vistas de montañas ascendidas (cosa ilusionante) y por ascender (también ilusionante).

Triu(n)fantes en Telera.

Bajamos hacia el sur y volvemos a subir para sumar la Peña Parda (2.657) a la jornada. (Que no es lo mismo que liarla parda).


En Peña Parda. A la derecha Telera (sur); a la izquierda, al fondo, Escarra y Pala de Ip.

Y desde allí un descenso vertiginoso al sur para, unos 300 metros de desnivel más abajo, girar hacia el este y remontar de nuevo a Cabichirizas.

Forca de Cabichirizas (collado) vista desde el entorno de Peña Parda. Fotografía de Patxi.
Bajamos por el mismo canal, pasamos junto al ibón y tomamos todos los atajos de la pista para regresar.

¿Por qué nos gusta tanto representar a los dinosaurios sonriendo?


La imagen está sacada de aquí.

jueves, julio 07, 2011

Marcadau, o Marcadós: 2.673, 2.678 y 2.727.

Cresteando con Falise y la Facha al fondo.

Mirada al Valle de Marcadau. (Fotografía de Pilar).

Desde el balneario de Panticosa, la GR11 marca el camino que sube por roca granítica entre pinares hacia la cuesta del Fraile, allí la senda trepa hasta el ibón de Bachimaña y rodea por el oeste el ibón embalsado. (Este verano con el nivel del agua más bajo que nunca por estas fechas: 30 de junio).


En la cabecera del embalse hacia la izquierda sube el camino que lleva a los paseantes hacia los ibones Azules, y a los montañeros más allá: Infiernos, Piedrafita, Tebarray… y refugio de Respumoso. Pero el camino de la derecha, menos frecuentado, sube llevadero a un paraje que merece la pena: el puerto de Panticosa o Marcadau, por el que se baja rápidamente al refugio de Marcadau Wallon, en Francia. Desde ese collado, Pilar y yo sumamos la trinidad de los Marcadau: la cresta es divertida entre la segunda cima y el collado que precede a la tercera, la más alta.
Luego visitamos el nuevo refugio de Bachimaña, terminado a la espera de que adecenten el exterior y a que lleguen algunas elecciones para que quienes mandan, y quieren seguir mandando, decidan cortar cintas y fotografiar inauguraciones. Desde el refugio, bajamos por un camino de salida dudosa, que cae al balneario de Panticosa por la izquierda del barranco.