Pilar,
Álvaro,
Ángel y yo nos asomamos al espejo el 25 de julio, en uno de los lagos de Embarrat (Marcadau, Francia).
Ángel, además, lo fotografió. Recordé las palabras de
Borges en Tlön, Uqbar, Orbis Tertius: "Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres"
. Sonreí para mis adentros.
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