lunes, junio 26, 2006
¿Qué regalar a una pareja que se casa?
Porque se regalan cuberterías de plata que no se usarán nunca, floreros para los alérgicos al polen, figuras de elefantes con la trompa alzada que "dan muy buena suerte", pinchahuevos o cortahuevos (sí, existen), cuadros con un payaso llorón, o con la imagen de una cacería añeja y muchos galgos, la caja con todos los CD de Los Beatles...
Eresfea soluciona ese problema práctico con el regalo perfecto e igualmente inútil para los contrayentes. No importa que sean jóvenes o viejos, hetero u homosexuales, hinchas del Real Madrid o lectores de Dovlátov...; no importa, incluso, que escuchen a Calamaro con delectación. (Ahora se casa cualquiera).
El regalo perfecto es una tortuga carey enorme disecada. Cuanto más grande, mejor. Además de ser original, se matan dos pájaros de un tiro porque se hiere la sensibilidad de las posibles visitas al hogar de los hipócritas ecologistas (son legión).
¡Visualizad el amor de la pareja madurando alrededor de la tortuga seca! ¡Visualizad el espanto de algunas visitas ante la tortuga!
Ya he regalado tres, y dos de ellas aguantan mirando con sus ojos de cristal en un lugar de preferencia del salón. Ni sus propietarios lo comprenden, pero es así. Y que nadie diga que la sacan cuando voy de visita, porque rara vez aparezco en las casas de los recién casados, y, eso sí, cuando lo hago caigo por sorpresa, como Bush Jr. en Irak, dispuesto a comer cualquier pavo de plástico.
¿Y la tercera tortuga? Es ahora un motivo de disputa en la separación de bienes (y males) entre los nones de esta ex pareja. (Porque ahora, también, se descasa cualquiera).
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8 comentarios:
A mí, si se me ocurre algún día... ni se te ocurra o dejo de abrazarte para siempre. Y punto.
¿Tal vez me estás tirando una pista? Prepárate para una tortuga con ojos azules.
Santo cielo. Nunca me había alegrado tanto de estar YA casada.
Hablando de pesadillas y amenazas, Miguel sólo piensa en volver a Artajona. Tú sabrás en lo que te metes...
Una razón más para no casarse. Gracias, Eresfea.
No seas maloso, nomeacuerdo, que tú ya estás maduro. Y a vosotros no os regalaré tortuga. Siempre hay cosas peores...
Yo llevo 26 años casada, pero ni en esa época regalaban esas tortugas, y eso que aún tengo regalos guardados, sin uso.Por favor,no atntes de esa manera contra el casamiento.
Si algún día decido casarme recordaré no invitarte.
Hipolipo, tu tortuga tendrá una mirada sensual.
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