El estadounidense Chabon es mejor cuentista que novelista, y, sobre todo, mejor escritor que novelista. La solución final (Mondadori, 2007) tiene demasiadas ventajas para la lectura: la brevedad (115 páginas), impecable caracterización de personajes, el misterio de una novela detectivesca con una muerte que resolver y un loro perdido/secuestrado que encontrar/liberar/devolver... El detalle del loro en esta enumeración no es casual o una salida de tono juguetona, no. Chabon brilla más en los párrafos, o en algunos capítulos, que en el todo. Los detalles se imponen excesivamente y he marcado tres páginas para copiar, pero ahora no me dan los dedos ni el tiempo para ejemplificar con las citas entrecomilladas. Así que sólo apuntaré mis rescates: la silenciosa recolección de miel del anciano investigador (héroe) y del niño (mudo, judío y víctima de la desaparición de su loro), y el regreso del anciano a Londres.
Hay, además, otro detalle glorioso para la lectura: la vuelta de tuerca de la novela policiaca tradicional con la "resurrección" de un investigador clásico. El anciano (como se le denomina en La solución final) es la versión octogenaria (a un paso de los noventa años en 1944) del mismísimo Sherlock Holmes, apicultor y retirado en los británicos South Downs.
8 comentarios:
Necesitaba entrar. Hace mucho que no lo hago. Un abrazo, grande como siempre. Acabo de terminar El jugador. Gran obra. Y más todavía, teniendo en cuenta el contexto de creación.
Casi lloro. Sabía que tenías que compararlo con Sherlock. Es mi gran héroe, compañero, que me introdujo, casi sin darme cuenta, en la literatura.
Sueño con ir a Baker Street 221b.
¡El regreso del anonetoy pródigo! Bienvenido, mataremos un ternero para devorarlo en el recibimiento....
Preso, le prestaré La solución final. Le recomiendo, además, Arthur & George, de Julian Barnes (Anagrama).
Uh, sí, leí en Vayven algo sobre ese libro. Tenía mucha pinta.
Hay una autobiografía de Conan Doyle, pero cada vez que pregunto por ella en las librerias uruguayas y porteñas me miran con cara de asco y me dicen: "No, mirá, lo que tengo es esto". Y me muestran orgullosos Estudio en escarlata.
El día del exámen reclamaré La solución final.
El día del examen te daré La solución final.
Excelente. Pero tiene que ser antes, sino no me sirve de nada.
Cuántos chupamedias te visitan.
Porque me saben los pies a hojaldre.
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