Cima de Gabieto Occidental, a la vista el glaciar de Vignemale. |
Fue duro.
Pero fue más duro descubrir que no bajaríamos por el collado entre Gabieto y Tallón, como estaba (mal) previsto. Fuimos a la Brecha de Roldán, y a Sarradets, y al puerto de Bujaruelo... Y llegamos a Bujaruelo a las ocho menos cinco, que a las ocho daban la cena.
Once horas y media.
Uno comprende que hay metas y metas: un tres mil, mantener el cuerpo de Patxi con vida (primera y constante prioridad de Patxi en la montaña, y más aún cuando hay que escalar), llegar a cenar a tiempo.
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