Agüerri

Patxi en los últimos metros de Agüerri; al fondo, el valle de Oza.

El sábado (21 de mayo) Patxi y yo subimos a Agüerri por una ruta poco recomendable para piernas cansadas o días de niebla. Desde Lizara se alcanza el collado de Foratón. Es un camino muy transitado y bien marcado, en la fotografía se ve a una persona... ¡ojo al parche!


Por ahí remonta la ruta más habitual para subir Bisaurín. Desde el collado, se sube un poco por la ruta normal a Bisaurín (unos cien metros) y entonces se ve una senda que sale a la izquierda y mantiene la altura por la ladera oeste de Bisaurín. Esa senda, cada vez más borrosa, desaparece; entonces hay que descender casi cien metros de desnivel hasta encontrar los restos (unos postes y alambre) de una especie de redil.


En la fotografía no se ve el redil, pero la senda se recupera debajo de los roquedos sombríos más cercanos. (Al fondo, el Agüerri).
Desde allí, en una bajada muy suave y tendida hacia el norte, señalada con hitos, se llega a la cubeta de Secús, con buenas vistas de varias cimas (Agüerri, Costatiza, Secús, Puntal de Secús, Bisaurín). En la fotografía de la cubeta (o foya) se ve la pared norte de Bisaurín, el collado de Secús y la cima (a la izquierda) del Puntal de Secús.


La subida es ya evidente al oeste: collado y trepada final a Agüerri (2.449).


El sábado apenas quedaban una manchas en la ladera norte, por donde se sube.


En la cima fuimos cuatro montañeros. Los otros habían subido desde Gabardito, y tuvimos tentaciones de regresar por ese mini Ordesa (en la fotografía), para, a mitad de camino, subir por un atajo hasta la ruta que une Gabardito con Lizara.

Pero al final decidimos regresar por la misma ruta. Temíamos que la tormenta nos sorprendiera. No llovió durante el regreso.