El domingo, Asun, Karmele, Lourdes, Pilar, Ángel, Patxi y yo recogimos perrechicos (y coprinos, y senderuelas, y champiñones, y setas de cardo) y los cocinamos en el monte, nos detuvimos para ver las ranas y para oírlas croar (Pilar las grabó), recogimos tomillo en flor, subimos a los Altos de Goñi.
En la galería de imágenes:
Su majestad primaveral, el perrechico (antes Tricholoma georgii, ahora Calocybe gambosa).
El buzón de los Altos de Goñi, a mitad de camino entre un gnomo y cierto personaje de la Pantera Rosa, ¿recordáis? (Identificadlo aquí).
Último descenso, a punto de llegar a Senosiáin, tras siete horas de excursión, Patxi Ingalls, el primero de la pradera (también fue el primero en la cima/pradera de Goñi).
P.D.: Peter, el setal de perrechicos era de padrenuestro y tres avemarías. Tú me entiendes.
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