viernes, septiembre 29, 2006

Setas uruguayas






He decidido responder a mis comentaristas. Algunos preguntaban por las setas uruguayas, pues bien, éstas son las más comunes. En bajada: Boletus luteus (comestible mediocre), Agáricus campester (buen comestible, primo hermano del champiñón), Coprinus comatus (buen comestible, de joven), Lactarius deliciosus (buen comestible), Rússula sanguínea (no comestible, pica mucho). He elegido esta rúsula para la imagen, pero hay otras también picantes que en los países del este de Europa convierten en comestibles tras pasarlas por una cuarentena de salmuera.
Un clic sobre la imagen y las setas crecen.

jueves, septiembre 28, 2006

Unas palabras del Guipuchi robasetas

El Guipuchi robasetas ha vuelto a operar en Navarra y no sabe con exactitud en qué día vive.
Anteayer: setas en los hayedos cercanos a Leiza, salamandras y cimas de Urepel y Aitxadi. Ayer: gran recolección de setas de cardo en las tierras de Artajona; mi padre y yo en pantalón corto, tan ricamente, 29ºC.
Además, me llegan noticias del golpe de hongo en la Ulzama...
¡Cuánto trabajo, Señor!
Otro día pegaré las imágenes.

domingo, septiembre 24, 2006

Tendencia: nucas



Cualquiera: continuidad del pelo de ratita.
Lo más in: deconstrucción de bolígrafo azul, y conexión cerebral USB, sobre melena rubia. Ideal para impuntuales.

domingo, septiembre 17, 2006

El mercurio de las televisiones montevideanas


Domingo, 10,30. Cielo despejado, primavera radiante.
Canal 4 dice 12ºC; Canal ¿5?, 14ºC; Canal 12, 17ºC. Salgo a la calle. 17. ¡Bien, hoy, por Canal 12!
Los de Canal 4, saquen el termómetro de la fresquera. O compren uno nuevo.
Digo bien, hoy, por los de Canal 12 porque el jueves (¿o fue el viernes?) el hombre del tiempo dijo por la mañana, cuando el cielo estaba despejado:
-Hoy va a ser un día desordenado como patio abandonado.
Y la eficaz periodista presentadora, sin duda para resolver el impresionismo y aclarar el asunto, preguntó:
-¿Y eso qué significa?
-Que va a estar lleno de nubes, cuatro tipos de nubes se van a superponer.
Mirad el cielo, por favor, estuve a punto de gritar al televisor. El cielo estaba raso en Montevideo.
Adiviné unos cirros al atardecer.
¿Cobrarán por estos desinformes?

P.D.: En la imagen, azaleas o rododendros (que es como llamarse Agapito y Ricardo a la vez), de la calle Prudencio de Pena, muy cerca de donde trabajo.

viernes, septiembre 15, 2006

Geografía engrasada de los libros bisagra (XX-XXI)


Italia: El Danubio.
Francia: Las partículas elementales.
Argentina: Mantra.
Estados Unidos: Las correcciones.
Hungría: La visita del arzobispo.
Gran Bretaña: Dientes blancos.
Portugal: Exhortación a los cocodrilos.
Japón: Crónica del pájaro que da cuerda al mundo.
Noruega: Un vasto y desierto paisaje.
Rusia: El meñique de buda.
Irlanda: Un país donde todo debe morir.
Alemania: Los anillos de Saturno.
Suecia: La góndola fúnebre.

Voz de chopera


Es verano y hace días que veo a mi abuelo mojándose los pies en el canal de agua abierto por Fernando y su padre a golpe de azada, en un santiamén, para que las ovejas bebieran más cómodamente en la chopera de Artajona.
Era cuando los niños podían beber el agua de esa acequia sin miedo a la diarrea.
Era antes de que Fernando reventara en un accidente de automóvil, en Campanas.
Era cuando a mi abuelo le salían pecas en el lomo; siempre huía del sol (“Lo mejor del sol: la sombra”), pero no siempre lo lograba.
Era cuando nos sentábamos en la hierba ramoneada por la ovejas y nos mojábamos los pies, tan ricamente.
Olía a juncos y a chopos. Cantaba la oropéndola, chillaban estorninos y gorriones…
Y lo guardo todo en la memoria menos la voz de mi difunto abuelo cuando me decía lo que me decía. Puedo reproducir sus palabras, no su voz.

Leed, leed el primer texto de Tabucchi en Autobiografías ajenas (Anagrama).

P.D.: En la imagen gugueliana se puede ver el presente del lugar: plátanos en un paseo. Apenas se distingue algún viejo chopo. Un gobierno iluminado de la muy noble y leal villa de Artajona taló hace años los chopos autóctonos y plantó hileras de álamo blanco en su lugar. Aún no entiendo por qué.

jueves, septiembre 14, 2006

Alaska y el guipuchi robasetas


Silbo una de Alaska y Dinarama que me rescató Simón. Y calculo cuándo será la próxima luna llena. Pienso en boletos, setas honestas, nada de esos honguitos alucinógenos que brotan de las bostas.
Tarareo la canción. "¿A quién le importa lo que yo haga?/ ¿A quién le importa lo que yo diga? /Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré./ Quizá la culpa es mía/ por no seguir la norma,/ ya es demasiado tarde/ para cambiar ahora./ Me mantendré/ firme en mis convicciones,/ reforzaré mis posiciones".
Sí, esta letra podría ser un himno de lunáticos, y de seteros... Y la "norma", los acotados de hongos.
(Terminó la tregua de cuatro años. Anuncio el regreso ansioso del guipuchi robasetas para el otoño navarro 2006).

sábado, septiembre 09, 2006

No a la macdonalización (hamburguesas no, chivitos con cuidado)


Nunca entro a los macdonals. No es un compromiso antinada, sigo los dictados de la tradición gastronómica familiar, a la que se incorporan las novedades por el criterio de mi paladar. Y mi olfato, ése que se ofende al pasar cerca de la salida de los gases de uno de estos antros dilbertianos con payasos y comida en bandejas.
Si algún día siento nostalgia de la comida de los aviones, iré a uno de estos lugares.
Pero el 7 de septiembre aterricé en uno, así que pido disculpas por lo tajante del "nunca" y hago memoria.
Esta vez fue porque vi desde fuera a Josu, con porte francés, tomándose un café solo y solo y sólo, en la barra cafetera del macdonals (como si fuera el Barrio Latino). Josu dice que el café del macdonals montevideano de Ellauri y 21 de Septiembre es de lo más potable de la ciudad.
Yo le confesé que era la segunda vez que entraba a un macdonalds, la otra fue porque una amiga tenía muchas ganas de mear... Una noche tormentosa de 1992, en Toledo.
He de reconocer que en estos catorce años también entré a un burguerquín, en París, muy cerca del museo Pompidou, en 1993. Fue para recoger a la hermana de Katja que trabajaba allí, básicamente repartiendo patatas fritas y hamburguesas.
(Otro día escribiré de Katja, merece la pena).
Pasarán más de mil años, muchos más..., como en el bolero, hasta que vuelva a entrar a un macdonals. (Aunque quizá vuelvo a ser un poco tajante).

P.D.: Ojo, estos lugares abundan en Argentina y en Uruguay, países que presumen de la mejor carne del mundo, que dicen despreciar eso de la globalización, que se muestran tan antiyanquis... En Uruguay, además, existe el chivito, que, entre otras cosas, no tiene esa misteriosa carne picada y aparece en la imagen que adjunto.

jueves, septiembre 07, 2006

Certezas con imagen de montaña


Por un lado.
Patxi ya tiene 39 años. Fue ayer, qué cosas. Él es nuestra brújula en la montaña, y muchas cosas más.

Por otro lado.
Mi padre ahora debe de estar recogiendo higos. Una actividad fundamental en nuestras vidas.

En la fotografía se juntan los dos, sin brújula, sin higos..., con niebla en la ascensión a las modestas Peñas de Aya.

domingo, septiembre 03, 2006

La potencia del dato

SANGRE DE TORO A 179 PESOS TRES LITROS
(Cartel en un "comercio cárnico", cerca del Zoo, en la calle Rivera, Montevideo).

sábado, septiembre 02, 2006

Implementaciones montevideanas (2)


En Medialunas calentitas (croissants calentitos) me preguntaron cómo me llamaba.
-José Antonio, pero llámenme José.
Lo dije para dar facilidades, porque cuando intento lo de Josean siempre se complica la cosa...
-¡Muy bien, Antonio!
(Versión libre del: ¿Dónde vas? ¡Manzanas traigo!).

A cambio del uso y abuso del Antonio, me doy el lujo de entrar en la cafetería-pastelería (y otros "ía") y no pedir la consumición. Ellas saben que Antonio toma lo de siempre: un cortado doble en vaso, y ocho medialunas calentitas.
Antonio, además, acapara la prensa del lugar.

viernes, septiembre 01, 2006

Implementaciones montevideanas


Me habla, me habla..., y me habla. Me ha contado lo mismo varias veces y tiene la rara habilidad de usar muchas palabras para no decir casi nada. Está a punto de decir algo con cierto sentido, pero le interrumpo ya harto y le digo:
-Muy bueno, entonces..., podemos implementar algo para que llevarlo a término, ¿no? Mándame el proyecto por correo electrónico antes de que volvamos a hablarlo.

Claudio siempre me habla de mujeres. Mejor dicho, Claudio siempre me tienta para que hable de mujeres. Él es peluquero y tiene la navaja en mi nuca, así que convierto España, para él, en un lugar mítico de lujuria y desenfreno. Don Juan, a mi lado, un enano.
(Me podrían contratar para una novela).

En el tercer encuentro del día reinvento mi nombre. Vamos en taxi, el taxista entra en confianza, suelta el volante me da la mano y se presenta.
-Guillermo -improviso.
(Tengo problemas con mi nombre verdadero, pero ésa es otra historia).
-¿Español? ¿De qué parte?
-Del norte...
Él es divorciado y le interesa saber qué soy yo.
-Separado -improviso.
-¿De paseo, Guille?
-No, estoy abandelando -invento.
El taxista está contento y desvía el interés del misterioso abandelamiento hacia la primavera: las mujeres visten más ligero. Cruzan en el paso de cebra, ahí delante, como si desfilaran para nosotros.
Yo también estoy más contento.
-¿Instalando el cable?
No sé de qué cable habla. Debe de tener algún vínculo con la abandelación. Así que ataco de nuevo:
-No, qué va, estoy implementando piscinas en Carrasco. Ya vio cómo son los ricos, ¿no? Ahora las quieren todas revestidas de galamperna.
-Sí, qué país.
-Y sí, así nos va.