lunes, febrero 29, 2016

Óscaras y Óscares

¿Por qué no hay Oscar a la mejor directora?, ¿por qué no Oscar a la mejor fotógrafa o fotógrafo?
O dicho de otro modo: ¿tiene sentido que se conceda un premio a la mejor actriz principal y otro al mejor actor principal en vez de uno solo para la mejor interpretación? Bastaría un Oscar. Quién sabe si Leonardo DiCaprio hubiera conseguido este 2016 el Oscar en competencia con Brie Larson (o viceversa).
P.D.: Y lo mismo para el Oscar a la mejor actuación de reparto.

viernes, febrero 19, 2016

Nuevos maestros de geografía (II): la denominación de origen

Para el estudio minucioso de la geografía española más local, lo mejor es dedicarse a comer. O a jugar con los buenos recuerdos de algunas delicias.
Relacione los términos con la preposición "de".
Almudévar                       anchoas
Burgos                            arroz
Cabrales                          cabrito 
Calasparra                       cecina 
Cantimpalo                      chorizo
Casar                              cochinillo
Cea                                 cogollo
Cuenca                           fresones
Estepa                            jamón
Graus                             longaniza
Guijuelo                          mazapanes
Jadraque                         melones
Jijona                              morcilla
León                               morteruelo 
Lepe                               pan  
Padrón                           pimientos                    
Roncal                           queso       
Santoña                         queso
Segovia                          salchichón
Tudela                            torta               
Vic                                 trenza
Villaconejos                    turrón      
             
                        
                           
                 




miércoles, febrero 17, 2016

Nuevos maestros de geografía

En el caso de España, las mujeres y hombres del tiempo (meteorológico) son los grandes maestros contemporáneos de la geografía física y política; con su labor, en especial desde la televisión, superan todo tipo de fronteras (provincias, comunidades autónomas, cuencas hidrográficas, países...). Y eso lo saben bien los pendencieros de cualquier frontera: en la actualidad, el mapa más valioso para la educación geográfica sentimental es el del tiempo.

martes, febrero 16, 2016

Por Albizti a Oakorri (1 304) y Artubi (1 263). Por Albizti, de Aiskarate y Egurtegui (1 320)

Por la rampa de Albizti, ante Beoain, Aldaon, Hirumugarrieta... (6-II-2016).
El sábado 6 de febrero de 2016 era luminoso y las Malloas estaban secas, así que emprendimos el ascenso quizá más montañero (que cada cual juzgue qué se oculta tras este calificativo) en hierba de Aralar. Con salida desde más arriba de Gaintza, hay que acercarse casi hasta Egute (nevero persistente en primavera) que marca el punto de partida de ascenso en un amplio zigzag al collado de Oa, entre al pie de Beoain y Oakorri. Desde Egute, en dirección a Azkárate, se salta una alambrada y se toma una canal herbosa sin descanso hasta la cima de Oakorri. Es la rampa de Albizti.
Alcanzamos Oakorri y optamos por añadir la cima de Artubi y bajar por Astunalde para almorzar a mitad del descenso.

El 8 de enero de 2017, de nuevo en un día luminoso de praderas secas, ascendimos hacia el collado de Oa atajando por fuera de senda y bordeando Aiskarate por el norte.

Paredón norte de Aiskarate.
La pradera sobre Aiskarate. Fotografía de Pilar.
Nos aupamos a la Malloa soleada y, desde allí, pasamos por el collado de Oa y optamos por la cima de Egurtegui como escenario de almuerzo.

Cima de Egurtegui.
Después del almuerzo, cayó la niebla y decidimos pisar hierba ante la perpectiva de un descenso por sendas que en asenso vimos aún con hielo. Tomamos la ruta de Albizti. Ay... (remirar la primera fotografía de esta entrada), la hierba seca y prensada se convirtió en un enorme tobogán sobre el que mantenerse en pie (sobre todo en la parte alta) era difícil.

Últimos pasos de bajada por Albizti. Arriba, el telón de la nube baja.
 Moraleja confirmada con un sube y baja en menos de un año: preferimos subir.

miércoles, febrero 10, 2016

Los nombres de las verduras

¿Pero quién puso nombre a buena parte de las verduras?
Espinaca (que no pinchaca) parece más nombre de pez cartilaginoso que de verdura apetecible. ¿Acelga? Dígase despacio: a-cel-ga De cel a ga brota casi espontáneamente la arcada; saboree las letras y comprenderá por qué hay que cocinarla con jamón, con almendras, con... Pronunciar achicoria ya amarga. Parece inevitable la cercanía de la endibia a los pecados capitales. Llame ¡escarola! y ¡borrajaa una persona que no sepa español; ya verá qué contento se pone...
(Pues eso, pan y queso).

jueves, febrero 04, 2016

Al monte con niños

Invocaciones al fuego en Santa Marina.
Antes de que el arte de ir al monte con niños fuera objeto de interés para urbanitas en revistas y guías montañeras, algunos padres, o tíos, o primos ya practicaban tres, o cuatro, o doce mañas:
(Recomiendo seguir leyendo con la música de Baga biga higa, de Mikel Laboa, todo se entenderá mejor).
-Hacer fuego. Un buen fuego consumía cualquier desventura montañera: la fatiga, una torcedura de tobillo, el vacío del estómago, el picor del crédulo que aguantó la respiración en el revolcón por las ortigas...
-Un palo. Ahora, ¡ay!, telescópico, impersonal (excepto los tuneados por Patxi).
-Una navaja, extensión de cualquier mano hábil. Ahora un arma letal.
-Una bota con vino tinto y peleón. Ya sé que hoy no suena políticamente correcto, pero la imagen del hombre feliz que bebía de la bota se elevaba (y escurre aún) por las montañas de la memoria mucho más allá que ésta, ¡ay!, de los que llevan camelbak o una botella de ciclista.
-Chorizo. A ser posible en ristras (el plural importa); para así hincarlo en un palo (afilado a navaja) al fuego; para comer con el vino (obviamente, sólo para niños mayores de 18 años).
-Un perro. La mejor acotación que puedo añadir al perro es que ayudaba a atrapar conejos u otros animales, pero me temo que tampoco se puede contar ya esto.
-Una poza, o charca, o arroyo con animales, preferentemente anfibios: ranas, sapos, renacuajos y, sobre todo, tritones. Significaba, como poco, una hora de entretenimiento; y los huevos de rana que se llevaban a casa con la complicidad de padres, o tíos, o primos (refugiados en la función didáctica) ayudaban a la asimiliación del proceso de metamorfosis: huevo-renacuajo-rana.
-Un ladera herbosa. Cuanto más alta estuviera la hierba y más fuerte fuera la pendiente, mejor para la croqueta, el deslizamiento sin trineo, la voltereta con tirabuzón.
-Hacer una cabaña y disponer de un hacha (aunque no se usase, por si acaso). Lo más: hacer una cabaña en un árbol.
-Subir un árbol, aunque no construyeras una cabaña en las ramas.
-Linterna. Había (y hay) tres excusas excelentes para usar la literna: explorar una cueva, las sombras chinescas y que se haga de noche en el monte. (Pero los niños saben perfectamente cuál de las tres es una maña de blanditos).
-El hielo de los charcos o de las estalactitas (una concesión al invierno): la resistencia del hielo a ser quebrado o al peso de las pisadas; obtener una especie de puñal de hielo con la que cruzar espadas a primera sangre (generalmente en la empuñadura).

El domingo 31 de enero de 2016, caminamos con bastones telescópicos, alcanzamos la cima de Bargagain (o Urbasa) en medio de una niebla densa y fría, nos refugiamos en Santa Marina, servimos la botella de gewürztraminer en vasos de metal, no cominos chorizo a la luz de las liternas frontales, nos conformamos con: pie violeta en revuelto, cabeza de jabalí, jamón serrano, queso de cabra, chocolate y té; no llevamos perro, no subimos a un árbol ni rodamos por la hierba, vimos con distancia las puestas de las ranas en un par de charcas; pero, eso sí, rompimos el hielo en el refugio de Santa Marina, donde otros montañeros con niños, más ajustados a la edad que se supone tienen los niños, habían preparado un fuego de muy señor mío.