miércoles, agosto 19, 2009

Mar de amoles

El miércoles 29 de julio salgo del supermercado en San Sebastián, me cruzo con dos veinteañeras. Una seria y acompañante, la otra con lágrimas, acongojada. Al pasar a su lado oigo cómo dice la que llora:
-No…, si yo sé que me casaré…
La seria y acompañante (¿socrática?), la que quizá está ahí para consolar, no dice nada.

4 comentarios:

Ander dijo...

Quizá lloraba por eso, porque sabía que acabaría casándose :-)

Sergio dijo...

Tal vez lo que pasara es que "tuviera que casarse" y la noticia de la "feliz espera" le hubiera caído como una losa; mármoles y no mar de amoles.

Anónimo dijo...

jajjajajja Ander!!! cómo dices eso? con el agobio que tenía la pobre chica...Todavía no sabe que no merece la pena llorar por ningún hombre.
Eresfea tenías que haberle animado. Desde luego la amiga que poco empática!
bettyboop

leitzaran dijo...

Es que es duro, eso de casarse. Llorar me parece poco.